En diciembre del año 2016 Chicote visitó un “restrobar” en Murcia. Quería probar la cocina que allí se elaboraba y más de dos millones de personas fueron testigos de primera mano gracias al programa Pesadilla en la Cocina que se emitió en La Sexta con un gran éxito de audiencia. Pero ¿qué fue a día de hoy del bar en cuestión? Pues lo cierto es que sigue abierto. Eso sí, las opiniones sobre la calidad de sus platos y sus almuerzos es más que relativa.

“Decidimos visitar este restaurante después de coincidir verlo en el programa “Pesadilla en la cocina” y nos llevamos una maravillosa sorpresa. Estuvimos con nuestros perros y el trato del personal fue de 10”, asegura uno de los últimos comensales que entró en el establecimiento y decidió dejar su opinión en una web en la que se refleja la puntuación que los clientes otorgan a cada establecimiento. “El servicio es atento y agradable, la comida es muy buena y tiene una muy buena terraza”, aseguró un tercer comensal.

Pero no todas las opiniones son buenas. Más bien al contrario. También hay quién lo define como un “desastre en la cocina”. “No se qué habrá sido del paso de Chicote por este atípico restaurante de pueblo pero desde la cocina se siguen escuchando discusiones entre la que parece ser la dueña y la camarera”, sentencia una persona que llegó casi dos años después de que el famoso chef pasara por el restaurante y lo reformara con su toque personal y que no salió demasiado satisfecha. Y es que los consejos de Chicote no duran siempre. El cocinero lo que hace es reformar en parte el local al que acude tratando de que los cambios afecten tanto a la carta como a las circunstancias personales de cada uno.

“Es una pena que lo hagan todo en la misma freidora, es para no volver”, matizó este últmo comensal. Lo cierto es que parece que la atención tampoco gustó a otra de las personas (en este caso una mujer) que participó en el foro de opiniones del restaurante. “Es un muy mal lugar, la atención es falta y tienen poca educación. Las tapas tenían todas muy mala pinta y estaban resecas”, matizó otra persona. De hecho hay quién llega hasta a criticar el mobiliario del establecimiento. “El local es horroroso, las sillas son del año la polka y en cuanto a la comida la mitad de los platos de la carta te dicen que no los tienen”, sentencia.