​Orestes Barbero es, sin lugar a dudas, el concursante del momento en Pasapalabra. Aunque su fama está lejos de llegar a la que consiguió en su día Fran González en el mismo concurso de Telecinco, lo cierto es que cada vez más gente se queda pegada a la pantalla para ver si finalmente el joven logra llevarse el más de un millón de euros que tienen ya de bote en el rosco de este formato de las tardes de la principal cadena de Mediaset. A pesar de que algunos dicen que hay un claro favoritismo y que los responsables de este programa le favorecen porque da audiencia Orestes no parece estar viviendo su mejor momento.

Ha perdido en el rosco del final del concurso en varias ocasiones. Pero eso desde hace meses no significa que se tenga que ir a casa. Ni mucho menos. Lo único a lo que le obliga es a pasar al día siguiente por la primera prueba del concurso, la denominada “silla azul” en la que se sienta quién ha sido derrotado el día anterior. Para poder volver a concursar la persona que se sienta en esa “silla azul” tiene que responder a varias preguntas. Y una de ellas no la sabía Orestes.

Le pedían que contesara “Amok”, que es entre los malayos un ataque de locura homicida. Pero él no se lo sabía. “Por poco tienen que llamar al médico para reanimarme cuando Rafael Castaño me comentó que se la sabía. Y lo que de verdad indica su madera: no se lo sabía por estudiar a conciencia sino gracias a su inmensa cultura general”, afirmó el joven en una respuesta en su cuenta de Twitter.

Orestes está viviendo por otra parte unos días especiales. Y no sólo porque ya lleva más de 100 programas. También por la audiencia que logra gracias a su participación en el formato. Desde Pasapalabra reconocieron esta mañana que el programa de ayer fue lo más visto de toda televisión en España. “Y Orestes y Rafa protagonistas del momento televisivo líder de ayer martes”, sentenciaron. El formato de Telecinco volvió a llevarse por lo tanto el minuto de oro de esta edición.

Habrá que ver si Orestes tiene suerte, sigue concursando y finalmente se lleva el bote del concurso y con él a buen seguro que el cariño de todo el público y la fama que ello conlleva. Todo será cuestión de tiempo.