Amaya, de 22 años, consiguió acaparar toda la atención del restaurante del programa "First Dates". Son muchos los participantes que cantan o bailan a sus citas, pero ninguno como ella. Amaya se marcó un baile memorable. Bailar es una de sus pasiones. De hecho, participa en un grupo de "dance covers", tal como contó en su presentación. Su cita, Rubén de 25 años, también apuntaba maneras. Decía que quería ser "como C. Tangana, pero más guapo". De una cita entre dos personas con tanto arte sólo podía salir un espectáculo. Y así fue.

Ella bailó para él y todo el restaurante se detuvo para mirarla. Su cita tenía cara de circunstancias, pero aguantó el tirón. La gente en sus casa no dejó pasar el momento y se echaron a las redes. "Vergüenza ajena", escribían algunos.

First Dates llegó a Cuatro en un momento de absoluta debilidad de la cadena. Por aquel entonces la que ya era la segunda cadena de Mediaset tenía que crear una nueva programación más destinada al público joven (incluso consiguieron “ganar” Mujeres y Hombres y Viceversa) y de esa necesidad nació First Dates. Fue un programa que, como muchos otros, empezó poco a poco y sin triunfar. De hecho los malos datos de audiencia que obtenía al principio hicieron que incluso se planteara su cierre.

Pero no sólo triunfó. Incluso sorprendió tanto que acabó convirtiéndose en un buque insignia y ahora se hacen hasta programas especiales que se emiten en noches señaladas. Y, además, ha conseguido algo harto difícil en los programas de televisión de hoy en día: tener una legión de seguidores que están al otro lado de las redes sociales y que todos los días comentan lo que pasa en este espacio de televisión. Tanto que incluso algunos días sus “hastag” se cuelan entre lo más hablado del día en las redes sociales. Algo que, desde luego, está sólo a la altura de unos pocos.

Durante la pandemia, eso sí, muchos seguidores de este formato tuvieron que conformarse con episodios grabados. Y es que no había posibilidad de grabar nuevos. El confinamiento sirvió, eso sí, para que muchos recordaran lo sucedido en ediciones anteriores del concurso. No hay mal que por bien no venga y menos en la pequeña pantalla con programas tan comentados en redes sociales y con tanto público seguidor como este. Habrá que ver si la audiencia sigue apostando por este formato en un futuro y puede seguir en antena.