A punto de cumplirse una semana de su paso por quirófano para someterse a una lipoescultura, Rocío Flores ha reaparecido por fin en redes sociales y, dolorida, ha confesado en qué ha consistido su último retoque y cómo está llevando el postoperatorio, más complicado de lo que imaginaba. Por suerte, su reposo casi absoluto de los últimos días se ha visto 'compensado' al recibir la inesperada visita de su novio, Manuel Bedmar, que no dudó en poner rumbo a Madrid con su propio coche tras acabar su jornada laboral, el pasado sábado.

Un 'chute' sorpresa de energía para Rocío, que no contaba con el viaje exprés de su pareja para arroparla y darle mimos en estos duros momentos en los que su vida se ha puesto 'en pausa' tras su operación. Casi una semana en la que, a causa de sus intensas molestias, ha aparcado completamente sus compromisos profesionales y su actividad en redes sociales, aunque tal y como ha explicado la propia influencer, "voy a ir volviendo poco a poco".

"Estoy teniendo una recuperación un poco lentita pero hoy ya voy un poco mejor, ya he salido a la puerta de la calle a andar un pelín" ha confesado la hija de Rocío Carrasco en Instagram, admitiendo que todavía se siente muy dolorida tras su retoque y que, al contrario que Olga Moreno - que se sometió a la misma intervención que ella - a la que hemos visto yendo a la farmacia, todavía no puede hacer vida más o menos 'normal'.

Además, Rocío ha explicado que no se ha hecho una liposucción como muchos pensábamos, sino una "lipoescultura con BodyTite", una novedosa técnica para eliminar grasa localizada y remodelar la figura por radiofrecuencia, evitando así las cirugías.

En reposo casi absoluto, la nieta de Rocío Jurado ha recibido la visita sorpresa de Manuel Bedmar, a quien hemos podido ver por los alrededores del domicilio en el que Rocío y Olga se están alojando en la capital. Muy discreto, el novio de la influencer ha preferido guardar silencio acerca de cómo se encuentra su novia tras su intervención y cuándo podrá volver a su trabajo en 'El programa de Ana Rosa'.

Sin embargo, su sonrisa refleja el buen momento que vive su noviazgo - que ya dura 6 años - tras superar hace algunas semanas una crisis importante que a punto estuvo de terminar con su relación y de la que ni Rocío ni Manuel se han pronunciado públicamente.