Oviedo sufrió ayer un día de auténtico bochorno, que al final acabó derivando en un tormenta típica de verano.

Sin embargo, la lluvia no consiguió retirar el calor. Los ovetenses sacaron los abanicos y aprovecharon para refrescarse en las fuentes. La entrada al mes de julio se presentó calurosa, con temperaturas máximas registradas en la capital del Principado de 27,5 grados y mínimas de 17,5 grados. Desde la Agencias Estatal de Meteorología aseguran que se trata de un comportamiento típico de verano y afirman que hoy las temperaturas no variarán con respecto a las de ayer. La previsión para hoy es de cielo nuboso con intervalos de muy nuboso, y por la tarde, chubascos débiles y tormentas. Bruma matinal y vientos flojos. El jueves las temperaturas también se mantendrán en torno a los 27 grados y se prevén nubes. Para el viernes la Agencia Estatal de Meteorología apunta un descenso de las temperaturas, que se situarán en 23 grados, aunque parece que el sol se dejará ver un poco más.

El fin de semana tampoco animará a disfrutar de jornadas de playa, las nubes estarán presentes durante el sábado, el domingo y el lunes, y las temperaturas, en continuo descenso. Asturias se libra de la ola de calor que afecta al sudeste del país.