Gijón, Óscar G. CUERVO

Si aprender a caminar ya supone una tarea complicada para un bebé, sumergirse en una piscina que parece una inmensa bañera llena de agua resulta una tarea tan dificultosa como saludable.

Para familiarizar a los pequeños con el agua se llevan a cabo cursos para niños de entre 12 y 14 meses en la piscina del centro municipal integrado Gijón-Sur, del barrio de Pumarín.

Alrededor de la cubeta, la cara de felicidad de los niños en el agua contrasta con algunos quejidos iniciales, superados sin ningún tipo de problema cuando los bebés se ven arropados por sus padres, como si se tratara de un juego. «Los bebés reaccionaron muy bien, aunque al principio les costó un poco soltarse», indica Cristina Martínez, monitora de Serviocio. «Queremos que los padres y los bebés pierdan el miedo al agua, que el vínculo entre ellos crezca», añade la monitora, mientras matiza que «en la piscina, los bebés no lloran por culpa del agua: lo hacen porque están en un lugar desconocido para ellos».

Los objetivos del curso están claros: «Nuestra meta es que los bebés se habitúen al medio acuático, para que así tengan recorrido un largo camino en la piscina», explica Martínez, quien cree que «el curso es muy beneficioso para los pequeños, ya que les permite, por ejemplo, hacer ejercicio y relajarse».

Uno de esos rostros felices era el de la pequeña Nuria, de 15 meses, que no para de chapotear, sin miedo alguno, en el agua. «Es la primera vez que participa en algo», explica su padre, Francisco Blanco, quien considera esta actividad como «muy beneficiosa» para los pequeños. «Lo importante es que jueguen un poco en el agua, que se lo pasen bien», explicaba.

Laura, de 17 meses, no puso las cosas fáciles al principio, ya que parecía un saco de nervios. «Tiritaba mucho, y parecía que desconfiaba de la piscina. Pero en un ratito se soltó y ya ves, ahora está como un pez en el agua», indica Mara Blanco, madre de la pequeña, mientras matiza que «hacía tiempo que quería apuntarla porque me parece un curso muy interesante, pero siempre estaba el cupo completo», concluye.

El curso es muy beneficioso para los bebés, ya que les permite hacer ejercicio y relajarse en el agua al mismo tiempo