Santa Cruz de Tenerife,

Nora MARTÍN

Los bañistas de la playa de Las Teresitas se acercan preguntándose si es ella de verdad. «Si no lo es, se parece muchísimo», debaten unos jóvenes a la sombra de una palmera. Una niña incluso se atreve a acercarse para preguntárselo: «Oye, ¿eres Pamela Anderson?», le espeta en la orilla de la playa. «Sí, soy Pamela», responde Ana García con una amplia sonrisa. La joven, nacida en Oviedo hace 33 años, dice, revoluciona estos días las calles de Santa Cruz de Tenerife por su gran parecido con la celebridad estadounidense que saltó a la fama en los años noventa con la serie «Los Vigilantes de la Playa». De hecho, es la doble oficial de Pamela Anderson en Europa, pero ha llegado a la Isla no como Pamela, sino como la disc-jockey Annita Yes.

Esta atención sería un incordio para más de uno, pero Ana García ya está acostumbrada, aunque no siempre fue así. «Fíjate, yo ni siquiera elegí ser la doble de Pamela. Simplemente surgió el comentario de que me parecía a ella en un casting y a partir de ahí todo vino rodado», asegura Ana, que se sometió -según ella misma desveló hace años- a una operación para emular el diámetro pectoral de la actriz. Pronto contactaron con ella los responsables del programa «Sé lo que hicisteis», de La Sexta, para recrear los acontecimientos de la vida de la famosa vigilante de la playa de Santa Mónica (Los Ángeles). «Me tocó reponerme de una boda y algún divorcio», bromea, «pero eso me abrió las puertas del mundillo televisivo».

Ana García también guarda buenos recuerdos de los años que pasó en Budapest presentando programas de Call TV, concursos que se emiten en horario nocturno . «Aquello parecía las Naciones Unidas de la televisión, con brujas mexicanas, videntes y presentadores de más de 20 países», rememora mientras varios bañistas no le quitan ojo a su amplio escote, que apenas contiene sus pechos.

Ana García reconoce que la estrella de «Los vigilantes de la playa» no tiene muy buena opinión de ella, algo que le ha impedido conocerla en persona. «Probablemente sea por mi amistad con Tommy Lee, su ex marido, con quien congenié nada más conocerle», recuerda. De hecho, según la doble española de Pamela Anderson, ella acompañó a la banda de rock metálico de Lee, «Mötley Crüe», por Europa, algo que, según García, «fue lo que hizo que Pamela Anderson me odiara definitivamente».

Pese a la fama, Ana García destaca que ser doble de una estrella tiene su lado negativo. «La gente presupone que no tienes personalidad o que eres tonta», se lamenta. A esto se suman los cuchicheos sobre sus operaciones de estética, a las que ella responde que sólo se ha operado los pechos. «Todo lo demás vino de serie». Por eso, Ana García decidió hace un año ponerse un nombre artístico, Annita Yes, y mudarse a Madrid para entregarse a su verdadera vocación: la música. «Ser la doble de Pamela me ha ayudado a darme a conocer, pero es algo que ya no me llena». Por el contrario, al pinchar sus temas en salas de toda España, incluso en la última edición del festival Rock in Rio, se ha dado cuenta de que puede «alegrarle un poco la vida a la gente, hacerles vibrar».

Es ésta nueva faceta la que la ha llevado estos días a Tenerife. «Me encanta venir a pinchar en las Islas, sobre todo en sus fantásticas playas», confiesa. «Aquí la gente es muy agradable. Me paran por la calle y hablan conmigo de una manera muy abierta», señala. Lo único que parece causar desasosiego en Ana García respecto a las playas es justamente la serie que hizo famosa a Pamela Anderson y, de rebote, a ella. Le han pedido tantas veces que se pusiera un bañador rojo y corriera por la arena que ahora lo odia. «No creo que con eso demuestre más talento que estando quietita», señala.

Aún así, Ana García no ha abandonado del todo su papel como doble de Pamela. En 2011 fue elegida la mejor doble de un famoso a nivel mundial en un certamen celebrado en Alemania, y hace un par de meses participó como finalista en un concurso de la televisión francesa con los 40 mejores dobles del planeta. «Me llama la atención el poco interés que esta profesión despierta en nuestro país», se queja. Tanto ella como los otros dobles, asegura, trabajan en países como Estados Unidos y Francia, pero nunca en España. «Incluso el cine necesita dobles», asevera.

Ahora Ana García se centra en sus próximos actuaciones en discotecas de Andalucía, mientras piensa ya en un futuro destino de vacaciones: Finlandia. De momento esta joven asturiana, que lamenta «el miedo que la fama causa en los hombres» a la hora de ligar con ella, afirma estar muy feliz con su nueva vocación. «Sólo aspiro a poder a vivir de mi trabajo como dj y que recuerden mi música y no sólo mi imagen».