Felicidad, ilusión, y lágrimas de emoción llenaron ayer el Centro Cívico Los Canapés, que vivió la recepción de los niños saharauis que, gracias al programa "Vacaciones en paz", pueden pasar cada año los meses de julio y agosto en Asturias. De esta forma, los pequeños pueden olvidarse temporalmente de la situación que viven en Argelia, en la región de Tindouf, donde se sitúan los campamentos de refugiados saharauis.

"Han venido 257 niños, mas 50 niños de Cantabria que aprovecharon el mismo avión para llegar aquí", comentó Miguel Ángel Balbuena, concejal socialista de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Avilés, quien señaló que "en el ayuntamiento llevamos trabajando desde 1997 en el programa 'Vacaciones en paz'". "En Avilés hay 17 familias acogiendo niños saharauis; más o menos nos hallamos en números de otros años", afirmó Balbuena.

La inscripción en el programa es muy fácil, y el único requisito es "la disponibilidad de la familia de acogida para tener al niño durante estos dos meses de verano", como comentó Alberto Suárez, vicepresidente de la Asociación Asturiana de Amigos del Sáhara. Con el fin de conocer la situación de las familias que solicitan entrar en el programa, y determinar si reúnen las condiciones necesarias para acoger los niños saharauis, "la Consejería de Bienestar Social encarga un informa social sobre las familias para saber si disponen de los recursos necesarios para la acogida", declaró Suárez.

No existe un límite fijado para el número de niños que acoge cada familia. "Hay familias que llevan dos niños; incluso hay algunas que llevan tres. Todo va en función de su disponibilidad y de los recursos de los que disponga para poder atender a los niños. Aún así, lo más normal es que se acoja a un solo niño", indicó Alberto Suárez.

Los jóvenes saharauis, que pueden entrar en el programa hasta los 12 años, regresarán a Argelia una vez acabados los dos meses de acogida, "salvo por motivos médicos", señaló Suárez, en cuyo caso "se quedarían hasta que se solucionase su situación médica".

Ana Álvarez, de Tineo, es la primera vez que se apunta a "Vacaciones en paz". "Nos parecía una buena obra social. Además, quería que fuera una niña para que viese cómo se vive en el mundo occidental, porque me parece que la mujer en el mundo árabe está bastante sometida. Además, este año nos lo podemos permitir, ya que tengo vacaciones de verano", comentó Álvarez.

Por su parte parte, el avilesino Manuel Menéndez se apunta por segunda año al programa de acogida. "Mi cuñada y yo acogemos dos, un niño y una niña. Mi cuñada que tiene una niña se encarga de la pequeña saharaui, mientras que yo me ocupo del niño", explicó Menéndez, que decidió incorporarse al programa el año pasado al ver que no había familias suficientes. "Yo que nunca me había planteado participar en este programa me animé y hablé con mi cuñada. Nos pusimos de acuerdo en traer dos niños que tuviesen dificultades", añadió este avilesino.

El niño que permenecerá en el domicilio de este padre de acogida temporal presenta "una serie de problemas de salud que creo no le podrían resolver en Argelia. Gracias a la sanidad española lo van a operar aquí. Solicitamos la cirugía con un año de antelación y ya está fijada para el día 20", comentó Menéndez.

Un total de 260 familias asturianas acogen este año a más de 300 niños saharauis que, gracias a gente como Ana Álvarez o Manuel Menéndez,pueden abstraerse de la situación que se viven en Argelia, disfrutar de la familia de acogida, y visitar y conocer los lugares más importantes de la geografía asturiana. Pero más allá del ocio y de las nuevas amistades que puedan forjar, estos jóvenes podrán, por fin, disfrutar de unas vacaciones en paz.