El patio de La Laboral no ha dado descanso este fin de semana. Después del multitudinario encuentro con Pablo Alborán el pasado viernes, anoche la plaza de la Universidad se abrió para el esperado concierto de Víctor Manuel y Ana Belén, movilizando a a fans que recorrieron miles de kilómetros para encontrarse con sus ídolos. La húngara Grabriella Szadados se desplazó por quinta vez a España para ver a Víctor y Ana. Su sueño, comentaba desde los primeros puestos de la cola, "era verlos juntos".

Desde que su profesora de español le puso sus canciones en clase no ha perdido oportunidad de seguir la trayectoria del dúo. "También contacté con una chica por Facebook que me permitió hace un tiempo tener un encuentro con Ana Belén", contó entusiasmada. Grabiella permaneció más de cuatro horas en la cola para encontrarse con sus artistas favoritos. "He venido solo para este concierto. Soy muy fan de los dos", continuaba la joven. "Estoy tremendamente agradecida porque gracias a ellos he conocido a gente maravillosa", relataba antes de que la pareja saliera a escena.

El dúo apareció puntual bajo la gran torre de la Laboral, a las diez y media de la noche. Él, con pantalón y chaqueta gris, camisa blanca; ella, con un mono negro y una chaqueta blanca que le llegaba hasta los pies. "Estamos muy felices de estar aquí, hacía mucho que no cantábamos juntos en Gijón", anunciaban tras los primeros aplausos de sus fieles. "Este es un lugar precioso", reconocieron sobre el escenario elegido para su reencuentro como dúo artístico antes de entonar "El padre Antonio y el monaguillo Andrés". Fue el arranque de un repertorio en el que intercalaron temas de su nuevo álbum,"Canciones regaladas", y de otros anteriores. Pero, sin duda, el momento de mayor intensidad se vivió con la canción que se ha convertido en algo más que un himno. No quedó una sola persona entre el público que no entonase con voz quebrada ese "Asturias si yo pudiera, si yo supiera cantarte".

La pareja repasó entre bromas -cuando ella se equivocaba se echaban la culpa mutuamente- otros temas significativos de su discografía. "Luna", "Choca esos cinco" -del nuevo disco- o "Verano" continuaron enlazándose en un concierto de clásicos y novedades como "Soy un corazón tendido al sol", con proyecciones de los artistas que versionaban.

Aunque se puede hablar de alguna incursión de Ana Belén en los conciertos de Víctor Manuel, y lo mismo a la inversa, hacía siete años desde la última vez que un escenario vibró con tanta intensidad bajo los pies de ambos , y eso se hizo notar entre un público más que apasionado que se entregó en todos los temas del que fue el primer concierto de su nueva gira, que se prolongará hasta principios de octubre. "Crecí con Víctor y Ana porque a mi madre le gustaban mucho", reconocía la joven Noelia López, de 33 años. Luis González los escuchó por primera vez "cuando nos fuimos a la mili hace cuarenta y pico años". Desde entonces no ha dejado de seguirles. Como muchos de los que se reunieron anoche en Gijón.