Como si fuera una pasarela de arena y sal en la que los paseantes hacen viajes de ida y vuelta, muchos turistas y locales deambulan a diario por la orilla de la playa de San Lorenzo. Y mientras pasean, comparten sensaciones y conversan para "matar" las horas. Las recientes jornadas de auténtico verano, con temperaturas rondando los 30 grados, multiplicaron un hábito de paseo que en San Lorenzo es una estampa muy común. "Parecía la calle Corrida", confesaban algunos de los bañistas.

Son muchos los gijoneses y "foriatos" que ya conocen la experiencia de perderse durante horas entre la multitud de la playa, pero aunque pasen los años no quieren dejar de pasear desde la escalera 0 a la 15 como si no hubiera mañana.

"Tenemos el hábito de pasear por aquí desde hace décadas. En estas fechas es muy típico y con este verano tan caluroso aprovechamos para dar un paseo por la arena mojada", afirma Alfonso Ruiz, natural de Gijón, mientras pasea por la orilla con su mujer Alicia Blanco.

Otros, por el contrario, comienzan a saborear los dulces años de noviazgo aprendiendo a conocer lo que es andar por la arena de la villa. "Es un lugar con mucha vitalidad, muy tranquilo", señala Emma Sánchez, joven gijonesa residente en Madrid.

Hay quienes han recorrido miles de kilómetros para poder disfrutar del clima cantábrico."La verdad es que la temperatura que hace aquí es muy agradable. Además queremos un sitio donde poder pasar unas verdaderas vacaciones de verano pero sin que haga mucho calor, y esta ciudad es perfecta para nosotros", explica Jaime Gándara, natural de Madrid.

A los más veteranos les gusta pasear por donde rompen las olas de San Lorenzo porque esta "calle" también "cura en salud a los que nos acercamos a los ochenta", declara Andrés Menéndez, natural de Oviedo. Aun así también es un lugar pefecto para que los jóvenes disfruten, o así lo considera el ovetense. "No creo que la gente joven no pueda disfrutar de la orilla de la playa, aunque sea a una hora muy temprana, porque en mi opinión es algo para todas las edades", afirma Sánchez.

El único debe es la subida de la marea a lo largo de la tarde que arrasa con toda la arena e impide disfrutar como antaño de largas horas de tránsito interminables. "Es lo único malo que tiene esta playa. Antes podía pasear bastante más tiempo e incluso podía ir más lejos. Aun así yo creo que nunca va a dejar de ser la playa más transitada y famosa ya que es un símbolo de la ciudad ", explica el gijonés Delimiro Rodríguez.

Según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología la jornada de hoy no va a seguir la línea tórrida de las precedentes. Se espera la presencia de nubarrones y se apunta incluso la posibilidad de lluvia. Si se va al detalle, las temperaturas oscilarán entre los 19 y 23 grados -frente a los 26 que se alcanzaron ayer-, mientras que la probabilidad de precipitaciones oscilará entre el 22 y 55 por ciento.