El aburrimiento de las largas tardes de verano en las que el sol se niega a salir en las costas de Asturias a pesar del calor sofocante que nos invade sería fácilmente solventable si aprobáramos una sencilla legislación que obligara por decreto a los famosos patrios a abrirse una cuenta en el Twitter. No es justo que los desvaríos de Ortega Cano defiendo en el prime time mañanero de la televisión que si no existiesen los toros los animales se matarían unos a otros los podamos seguir sólo a través de la caja tonta. ¿Se imaginan lo que podría dar de si, por otra parte, si Mariló Motero se abriera una cuenta de Twitter? Abran juego porque las apuestas pueden llegar muy alto, no olviden que esta es la presentadora que tenía instalado el programa de contactos gays Grindr en su móvil. Hay muchos personajes conocidos que aún no han llegado a las redes sociales. Sus cuentas todavía no existen pero deberían inventarse. También es cierto que Twitter llega tarde. Tendría que haber existido antes, cuando Cárdenas lanzaba al estrellato de la caja tonta a personajes como Leonardo Dantés, la Tamara ahora conocida como Yurena Ambar o Toni Genil. Cada vez que pienso en las novedades que ha introducido en nuestras vidas el pajarito azul me hago la misma pregunta: ¿cómo veíamos la tele antes sin comentarla con al resto de internautas gracias a los "hagstags"? Seguramente antes hablábamos más con la persona que teníamos a nuestro lado en el sofá. Pero calma, que en cuanto se abran una cuenta de Twitter Ortega Cano o Mariló Motero llegaremos a no cruzar palabra.