El ruido ha llegado definitivamente a Gijón. Y se oyó bien ayer por la mañana, gracias a algunos de los aviones participantes en la gran exhibición aérea del domingo que estuvieron haciendo sus ensayos sobre el cielo de la playa de San Lorenzo acompañados de un torbellino de sonido y humo.

A las once de la mañana ya surcaban el cielo los C16, los más madrugadores del día. El espectáculo congregó en las inmediaciones de la playa a muchos curiosos que no querían perderse el espectáculo, ni en ensayos. El toque final a la demostración lo proporcionó, un par de horas más tarde, la sección acrobática del Ejército del Aire, la patrulla "Águila", seguida de un C209 y una Tampico, que deleitaron a los observadores con formaciones imposibles y pasadas a una velocidad vertiginosa. Unas prácticas de vuelo más cortas de lo planeado debido al cambio en las condiciones meteorológicas, que de un día soleado y tranquilo viró a uno ventoso y lluvioso que obligó a cancelar las pruebas de la tarde.

A pesar del atronador estallido de los motores son muchos los que se muestran encantados con las prácticas matutinas de los pilotos. Presentación Lorenzo contaba ayer que "vivo aquí cerca y cuando los vi por la ventana bajé al paseo para verlos mejor". Juan Monjil, a quien le pilló por sorpresa la exhibición mientras paseaba, aseguraba que "está bien que creen un poco de expectación. Los pilotos pueden ir situándose y cogiendo referencias mientras el resto tenemos algo con lo que entretenernos". Los gijoneses no son los únicos que disfrutaron ayer. Los mismos pilotos que por la mañana entretenían a los transeúntes no quisieron perderse la oportunidad de conocer la gastronomía asturiana disfrutando de la comida en una sidrería de Cimadevilla. Una reunión en la que no faltó la sidra.

Debido a la gran expectación que ha levantado la presencia de la patrulla "Águila", una de las mejores del Ejército, se ha organizado un encuentro para que los admiradores de la agrupación conozcan en persona a sus pilotos favoritos y consigan un autógrafo. El evento será esta misma tarde a partir de las siete en el Corte Inglés, al que acudirá toda la patrulla dispuestos a firmar tantos pósters como sea necesario.

La cita festiva de Gijón propició ayer que en el aeropuerto de Asturias se pudieran contar ayer más de veinte aviones militares. Una congregación que irá aumentando a medida que se acerque el gran día. Los últimos en llegar han sido los dos MV22 S Osprey de los Marines, dos AV8 Harrier y un Douglas DC3. El aeródromo de la Morgal es el afortunado de albergar los dos L4, el Bücker y la L19 mientras que los Warbirds tendrán que esperar en el aeropuerto de Santander a que mejore el tiempo.

Los más rezagados en llegar tendrán sus ensayos el día de hoy, muy a pesar de algunos vecinos de Gijón, que ayer se quejaban de que los aviones volaban excesivamente bajos para estar en una zona urbana. Un temor que no comparten todos los ciudadanos de la localidad. Patricia Chamarro comentaba que "puedo entender que la gente se queje, pero los eventos multitudinarios como estos traen mucha gente a Gijón y eso en la hostelería se nota. Donde yo tabajo, el fin de semana del Festival Aéreo siempre estamos a rebosar". Que siga el follón aéreo