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Pasarela al sol

Jaque al pantalón

El vestido es el rey en el día y en la noche La prenda femenina por excelencia recupera su esplendor este verano

Jaque al pantalón

Paula Fernández es una de esos miles de jóvenes que han sabido sacarle el lado positivo a la crisis. Pedagoga de profesión, desde niña se sintió atraída por la moda. "Siempre me ha encantado ir de compras, arreglarme, ver las tendencias? Soy muy coqueta y supercaprichosa con la ropa", cuenta. Por eso, cuando abrió su blog en 2011, el nombre le salió solo: "Caprichos de armario".

"Cuando me quedé en paro por segunda vez, decidí apuntarme a los estudios de diseño, patronaje, corte y confección en Mieres. Empecé a colgar en el blog las prendas que me hacía y mucha gente me preguntaba por ellas. Una tienda de Oviedo me encargó una colección cápsula en 2013 y se vendió muy bien". Y se animó a crear su propia firma. "Mis diseños son muy femeninos, con estilo muy preppy (pijo clásico). Hay muchas lazadas, muchos volantes, faldas y vestidos, que son mi punto fuerte. Todas las piezas son artesanales y 'made in Asturias', porque yo me encargo de todo el proceso". No hace muchas unidades porque le gusta esa idea de personalización y exclusividad. "Cuando una clienta confía en ti en vez de en una marca grande es porque busca ese algo diferente, y yo trabajo para dárselo". Sus prendas son femeninas, con aire aniñado y sin estridencias. Cree que es la mejor forma de acertar en cualquier evento, y así se lo recomienda a las lectoras de LA NUEVA ESPAÑA.

Para las citas diurnas, Paula Fernández propone un vestido blanco, realizado en piqué de verano, con falda por encima de la rodilla, corte a la cadera y manga francesa. "El vestido blanco es como el LBD de invierno (el vestido negro corto). Es una prenda muy femenina, fácil de poner y fácil de combinar. Me gustan los vestidos cortos, por eso juego con las mangas y con los materiales, para que no resulten vulgares. Éste está hecho en piqué, un tejido que todo el mundo asocia a los niños, y con una manga hasta el codo que acaba en volante". El vestido también está rematado con un volante XL. "Me encanta esa forma evasé. Aunque tengas un poco de barriga o cadera, este corte esconde los defectos. Además, los volantes aportan ese toque dulce a la pieza, de niña buena". La diseñadora explica que este vestido está pensado para el verano asturiano. "El escote es semibarco, no hay grandes aberturas para que se pueda poner en verano, en otoño y en primavera". Para completar el look, Fernández apostaría por una sandalia plana -"romana, que se lleva mucho"-; o una cuña. No le añadiría grandes complementos. "Una pulsera de cordón como la que lleva la modelo, diseñada por Carla Rodríguez, de 'Un poquito de mí', y una cartera de mano. Al ser blanco y liso, acepta cualquier combinación de color y que parezca un diseño nuevo cada día". La naturalidad gana en el maquillaje, "sólo le acentuaría el labio en rosa". En el pelo, "la melena suelta o en un semirrecogido, si no se ve demasiado blanco en el escote".

El vestido vuelve a ser el protagonista en la propuesta de noche. Para cualquier cena o fiesta al aire libre, Fernández escoge un diseño en el que se combinan corte informal y tejido elegante. Un vestido hasta la rodilla en verde agua, con escote en pico drapeado, cintura alta, falda de campana y mangas murciélago. "Es un color diferente de los clásicos blanco, rojo y negro, y en un tono oscuro, que viste más. Las mangas abiertas lo hacen original y evitan que tengas que pensar qué poner encima, que se suelen cometer muchos fallos". Esta silueta cree que es perfecta para muchos cuerpos diferentes. "El corte en la cintura disimula la cadera; la falda de campana, las cartucheras, y el drapeado, el poco pecho". Completaría el estilismo con un collar dorado, "no muy largo, para darle protagonismo al escote", y con un clutch y unas sandalias de tacón en el mismo tono o en nude. "El pelo lo recogería en un moño de lado o en una trenza colocada en forma de diadema, y con el maquillaje marcaría los ojos con un ahumado sutil".

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