Argüelles celebró ayer por todo lo alto la última jornada de sus fiestas sacramentales, con una multitudinaria merienda en la carpa y la posterior verbena. La comisión de festejos repartió más de 1.200 bollos, con sus botellas de vino, entre sus socios y colaboradores, y desde las ocho de la tarde las mesas de la carpa comenzaron a llenarse de gente.

Esta vez el tiempo sí acompañó. "Menos mal, porque el sábado la lluvia lo estropeó todo; empezó a llover a la peor hora", relataba Ramón Junco, uno de los miembros de la comisión encargados de repartir el bollo. La banda de gaitas "El Piñote" amenizó la merienda, y entrada la noche llegó el turno de las orquestas, "Europea Big Band" y "Grupo Assia". La jornada terminó como todo el mundo esperaba: un broche de oro a unas fiestas con mucho predicamento tanto en Siero como en Noreña.