Si por algo se caracteriza la admirable editorial Salto de página es por apostar por talento joven (no necesariamente novel) que pisa el terreno literario con firmeza, originalidad y coraje. Tres de sus últimas novedades lo resumen a la perfección. El límite inferior, de Nere Basabe, sigue la estela de Rafael Chirbes a la hora de radiografiar las partes innobles de la industria del ocio y el turismo cuando nadie se preocupaba por el día después de la debacle. Inquietante hasta el desasosiego, precisa en su exploración de los paisajes humanos más inhóspitos, es una novela que deja bien claro que estamos ante una novelista de tintas oscuras a la que seguir la pista. Axia de la Cruz no es una recién llegada al oficio de contar historias. Los relatos de Modelos animales se nutren de la violencia en estado impuro, situando a los personajes en escenarios cotidianos donde nadie se espera que salte en pedazos el sosiego, con víctimas y culpables que se escapan a lo previsible. El armamento narrativo es potente y variado: juego cruzado de horror y crueldad que nunca deja indiferente al lector, pillado en un vendaval de situaciones inesperadas que incomodan. Y atrapan.
Horror vacui es la primera novela de Paula Lapido, una autora ya con varios libros en su haber. Una prosa cincelada con detallismo y contundencia para aproximarse a mundo fantástico de cruda irrealidad. Talento tatuado en páginas que hacen al lector asomarse al vacío. Y qué vértigo tan sugerente.
