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Al trote de la prehistoria

Una ruta a caballo y un taller de caza permiten conocer los modos de vida rupestres en el equipamiento cultural de Teverga

Paco Fernández y Miguel Vázquez con lanzas.

A caballo, como los antiguos pobladores de Asturias en la Prehistoria. Así conoció ayer un grupo de asturianos los modos de vida de la época a través de una ruta a caballo, un taller de tiro con arco y visitas al Parque de la Prehistoria de Teverga. Una actividad que repetirán en julio y agosto.

"Es genial, de diez, se lo recomiendo totalmente a la gente", afirmó Estefanía Fernández, una de las participantes en la ruta a caballo circular que realizaron con los miembros de "Cuadra Sobia", de Berrueño. Desde allí partieron a media mañana a lomos de "Valiente", "Morito" y "Rojo", después visitaron las ruinas del castillo de Alesga y se dirigieron hacia el equipamiento cultural, donde visitaron los cercados donde viven los bisontes europeos, caballos Przewalski y los neo-uros. Unos animales que sirven de ejemplo para mostrar la fauna de la Prehistoria y que son el principal reclamo del Parque. "Me gustó muchísimo, sobre todo los bisontes porque impresiona verlos de cerca", señaló Paula García.

La jornada continuó con una visita a la Cueva de Cuevas, donde se encuentran las réplicas de las pinturas y grabados de las cuevas de Asturias. "La actividad está muy bien y es completa, depende del tiempo que tengas y lo que quieras hacer", explicó Paula García, quien realizó el paquete al completo.

Y para rematar la mañana participaron en un taller de caza, en el que pudieron familiarizarse con el uso del arco y el propulsor. "Es muy difícil", comentó Loli Balbuena tras intentar clavar la flecha en un ciervo de madera. Lo cierto es que no es nada fácil. Aunque para los prehistóricos era el pan de cada día. A ello se dedicaban desde pequeños, a aprender las artes de la caza y la superviviencia en el medio natural, les explicaron. "Mucho hemos perdido", añadió Balbuena, natural de Candás (Carreño), que pasa unos días de descanso con su familia en Teverga.

La que sí dio muestras de su buen hacer con el arco fue su hija, Sara Vázquez. La pequeña consiguió apuntar con certeza y lanzar unas flechas directas al muñeco. "Está muy bien el taller, lo que más me gustó fue lanzar con el arco, cuesta un poco porque es más o menos difícil", resumió. Con el propulsor y la lanza se manejó mucho mejor su padre, Miguel Vázquez, y también se animó Paco Fernández, guía de la ruta caballar.

Pasear a caballo por el monte y disfrutar de las actividades aprendiendo la historia pasada fue para ellos, la mejor manera de pasar el primer sábado de julio.

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