Militares con fusiles de asalto y máscaras antigás que recuerdan a los soldados de la Primera Guerra Mundial vigilan la zona. Los minutos pasan y decenas de personas se agolpan aporreando las puertas del teatro el Llar de Corvera, que por unas horas fue invadido ayer por los muertos vivientes. Poca luz y muchos nervios. Han pasado casi ocho meses desde que se fue Halloween, pero a los zombis les gusta el verano. Puede que hayan venido para quedarse, al menor a tenor de la exitosa iniciativa llevada a cabo ayer en Corvera consistente en recrear la estética del popular videojuego "Resident Evil" para que los chavales pasasen un rato divertido y una tarde diferente.
Todo estaba hecho a medida para que los zombis llevaran a los jugadores a su terreno. Una docena de personas se disfrazó de zombi, con un a caracterización perfecta, imitando el famoso videojuego. Ojos de colores, heridas abiertas en la cara, ropa rasgada... Un aspecto que dejaba boquiabiertos a los grupos de niños (entre dos y tres personas podían entrar en cada turno de diez minutos) que accedían al hall del teatro.
El escenario, un escaparate de película de terror que recordaba a los mejores decorados de las películas de miedo. La sangre de los camerinos y las pintadas en los espejos no hacían presagiar nada bueno. En la parte central, una mecedora guardaba el antídoto que los participantes tenían que encontrar antes del tiempo asignado. Casi a oscuras, la única iluminación la ponían unos focos rojos que iluminaban una barca rota al lado de la mecedora. No solo daba miedo la iluminación, sino que sonidos de ultratumba resonaban buscando asustar a los niños.
Alba Caride, becaria del departamento de Cultura del Ayuntamiento de Corvera y organizadora del evento, se mostró entusiasmada por la gran acogida que tuvo esta iniciativa de la recreación del videojuego por excelencia de terror y suspense. "Estoy muy contenta de que la gente haya venido. Es otro tipo de ocio al que no estamos acostumbrados y así pasamos un rato agradable", señaló.
Decenas de entusiastas de "Resident Evil" esperaron casi cuatro horas para entrar al Llar. "Me encanta jugar a esto", decía José Redondo, con cara de excitación. Uno de los actores-zombi, Pablo Sánchez, también confesó ser un entusiasta del videojuego:_"Me gusta mucho jugar y, sobre todo , asustar a la gente que venga". Los menores de 13 años contaron con un primer pase entre las 21.00 y las 22.00 horas, mientras que los mayores, terminaron pasadas las 23.00 horas de la noche. El verano en la comarca comienza de miedo.
