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Los pixuetos son multitud

Unas 90 personas se "bautizaron" en la Fuenti'l Cantu de Cudillero para convertirse en vecinos de pro y clausurar las fiestas de San Pedro y San Pablo en la localidad

La familia de Angelines de la Fuente, en el centro de la imagen, llegada desde California. D. ÁLVAREZ

La banda de gaitas "Avanti Cuideiru" fue la encargada de guiar ayer hasta la Fuenti'l Cantu a los que esperaban en la plaza a ser convertidos en auténticos pixuetos a través de un singular rito bautismal. Sergio González, el "cura pagano" de la villa desde hace tres décadas, encabezó la comitiva por las estrechas calles de Cudillero hasta el centro del anfiteatro, donde está enclavada la fuente.

Una vez en el lugar, González llamó a los que esperaban ser bautizados a reunirse en la pequeña plaza de la fuente. Les extendió el tradicional remo, para que agarrados a él contestaran a la única pregunta que, en esta ocasión, les formuló: "¿Queréis ser pixuetos?". Al unísono todos respondieron afirmativamente, lo que dio lugar al inicio del rito.

Por la peculiar pila bautismal de Cudillero pasaron unas 90 cabezas que fueron regadas con una buena cantidad de agua. Algunos de ellos incluso recibieron doble y hasta triple ración. Todo ello mientras el oficiante del rito pronunciaba las palabras: "Y mientras Cudillero viva y dure la Fuenti'l Cantu, te bautizamos con agua aunque sea sin el Santo".

Bebés, niños, jóvenes y adultos, sin diferencias, se sometieron al ritual. Con tan solo cuatro meses, Lidia Arango, fue la persona con menos edad convertida en el día de ayer en pixueta de pro. Sus padres, también se bautizaron.

Para convertirse en pixueto tampoco importa la procedencia. Dos familias llegadas de California remojaron sus cabezas bajo la Fuenti'l Cantu. "Mi abuela tiene una casa aquí y nos sentimos medio asturianos, venimos todos los años y este como ha coincidido con las fiestas hemos decidido hacernos todos pixuetos", explica Angelines de la Fuente.

Sergio González se mostró satisfecho con su trabajo. Apuntó a que en esta edición había aumentado el número de personas bautizadas y "cada año vemos que viene más gente", subrayó. Incluso, tuvo que realizar la excepción de bautizar a dos personas en la plaza, ya que por razones de salud no podía acceder al anfiteatro, no obstante, el agua también pertenecía a la Fuenti'l Cantu.

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