De fondo se escucha: "Mirad la muestra a ojo primero, así podemos acelerar la detección de posibles fallos". Esta era la primera lección de la semana para el grupo de estudiantes de primero de Bachiller, que ayer en la Facultad de Medicina, arrancaban su andadura semanal en los campus científicos de verano que organiza la Universidad de Oviedo.
La actividad consistía en analizar al microscopio una serie de muestras de tejidos cerebrales para detectar ciertos fallos que puedan causar enfermedades. "Pretendo aprender a manejarme con los aparatos de análisis que emplearé en el futuro, y ver cómo está la investigación", explicaba Julia López, joven leonesa, que encarnaba a la perfección la filosofía de los campamentos.
López quiere estudiar medicina y su compañero durante estos siete días, Marcos Aguilella, de Castellón, se decantará por la fisioterapia. Sin embargo, ambos esperan reforzar sus impresiones previas con actividades como la de ayer. "Nos gusta la biología y viendo lo que queremos estudiar en el futuro, puede haber mucha relación", contaba Aguilella.
La jornada comenzó en la octava planta de la Facultad de Medicina en el Cristo. En el laboratorio, una veintena de microscopios sirvió a los participantes como herramienta para realizar una serie de ocho tareas. Estas iban desde observar el cerebro de un gato, hasta buscar lesiones de plegamiento en las proteínas que componen las células neuronales y son causantes del Alzheimer.
Más allá de lo meramente académico, esta actividad inicial suponía la primera toma de contacto entre los bachilleres procedentes de múltiples puntos de España, dentro de un ambiente de trabajo. "Somos gente muy parecida, curiosa, con un gran interés por la ciencia", comentaba Aguilella. Su compañera Julia López puntualizaba. Aunque al principio nos podía un poco la timidez".
Una vez metidos en faena, los chavales continuarán durante el resto de la semana con actividades relacionadas con la temática central, "viaje al centro de la célula", que mezcla técnicas de la biología y la física -como el visionado con microscopios practicado hoy- , aplicándolas a la actividad médica, especialmente a la formación de proteínas base de la biología celular.
