Decenas de fieles y peregrinos acudieron ayer a la ermita de La Luz para honrar a la patrona de Avilés en una jornada festiva de estreno y despedida. La misa y la procesión por la Virgen de la Luz, que ponen el broche a la novena de la "Luz de agosto", tuvieron como colofón el agradecimiento de los parroquianos a su cura durante los últimos once años, Vicente Pañeda, que se traslada a Piedras Blancas. "Ha sido una feliz Arcadia", aseveró el arcipreste, que puso la nueva mantilla de la Virgen como icono del "trabajo, esfuerzo y amor".