Como cada año, a la par que los San Fermines en Pamplona, Infiesto organiza sus propios encierros con notable éxito de público y gran aceptación entre los más pequeños de la casa. El pistoletazo de salida lo marcó ayer la procesión del "Santu" desde la capilla de la Obra Pía hasta su hornacina en la calle el Quesu, donde los presentes dedicaron varios "¡vivas!" a la imagen tras el chupinazo y bailaron temas como "Paquito el chocolatero" al ritmo de la charanga local. El alcalde de Piloña, el socialista Iván Allende, tuvo palabras de agradecimiento para la peña "Luisa Inés", por organizar desde hace seis años de forma altruista el evento.

Ni la lluvia fue un impedimento para que decenas de personas se congregaran al atardecer en la calle el Quesu, donde los establecimientos ofrecen hasta el próximo sábado tras los encierros el menú especial "los huevos del Santu" a base de patatas fritas, huevos y beicon.

Entre quienes desfilaron por Infiesto vestidos de blanco y con el correspondiente pañuelo rojo se encontraba Daniel Ordial, que con sólo ocho meses de edad se estrenaba en los festejos. Su abuela Carmen Villar, incondicional de los sanfermines piloñeses, puso en valor "el buen ambiente que se respira" en la fiesta. "La decoración está muy lograda y los críos se divierten corriendo delante de los toros. Por eso cada año vienen más", subrayó. Su versión coincidía con la de Javier San Miguel, uno de los principales impulsores del evento, para quien la única pretensión es "que la gente lo pase bien y repita".

Las celebraciones continúan hoy a las nueve menos diez de la noche con el primer encierro en la calle el Quesu, en el que participan dos toros de las mejores ganaderías de trapo de la comarca, "Revilla" y "Furacu". Como novedad, el viernes próximo habrá una actuación de toreros de Cabranes, donde no faltará una plaza portátil y los correspondientes banderilleros.

La iniciativa, que comenzó de la mano de un grupo de amigos que por falta de tiempo y recursos para trasladarse a Pamplona decidieron recrear sus propios sanfermines en Infiesto, concluye en la noche del 14 de julio con una gran traca final de petardos y entonando el ya famoso "Pobre de mí" .