La inconfundible voz de Luz Casal bañó ayer de sensibilidad la noche en Poniente. "Emocionada" por "formar parte" de la Semana Grande gijonesa, la querida cantante calentó la voz frente al Cantábrico con "Que corra el aire", la canción que dá título a su último disco. El mismo que presentó en marzo en el Teatro Valdés de Avilés, donde inició su gira española, y en mayo en el Teatro Campoamor de Oviedo. Los dos conciertos fueron un éxito a cubierto y ayer repitió triunfo al aire libre ante miles de personas en el estreno del escenario de Poniente.

"Miénteme al oído", "Días prestados" y "Lucas" fueron las siguientes canciones en sonar, todas de su nuevo disco. "Lucas", confesó Luz Casal, es el tema "más emotivo del álbum": "Es la historia de un niño, que a pesar de su corta vida (6 años) dejó una impronta en mucha gente". En ella también. Su letra, cargada de sentimiento y acompañada de una lenta melodía emocionó al público. La artista repitió el traje negro y dorado de sus actuaciones en Avilés y Oviedo, aunque pronto lo cambió por un mono negro con plumas en las hombreras. "Volver a comenzar", "Tanto ruido", "La única verdad"... fueron los siguientes temas.

Hasta que llegaron los clásicos "Un nuevo día brillará", "Lo eres todo", "Piensa en mí", "Un año de amor", "Morna" o "Amores", que fueron coreados por sus seguidores. Luz Casal reservó para el final la exitosa canción "Te dejé marchar".

Pero artista con raíces asturianas triunfó ayer incluso antes de que su voz sonase en una cálida noche. A las ocho de la tarde, tres horas antes del inicio de su actuación, sus fans más incondicionales ya aguardaban sitio en la explanada de Poniente. "Es el concierto de la más grande", aseguraba la gijonesa Diana Ordiales, de 45 años. Para esta vecina de El Coto, escuchar a Luz Casal en directo "es un espectáculo". Aunque aparte de la música, lo que a ella le une con Luz es la lucha contra el cáncer. "Me ayudó a seguir adelante cuando mi abuela lo sufrió", confesó.

Desde la tierra de origen de la cantante, Avilés, llegaron las jóvenes Olaya González, de 20 años, y Tamara Pena, de 25. Su larga espera en Poniente tuvo su recompensa, ya que las dos tuvieron la suerte de escuchar a la artista durante un pequeño ensayo, que congregó a decenas de personas. "Luz Casal es sin ninguna duda la estrella de la Semana Grande de Gijón. Estoy muy feliz de poder escucharla por primera vez en directo", expresó González. Por su parte, su amiga Tamara Pena fue más bien "de acompañante", aunque también es una apasionada de la música de la diva del pop- rock español.

Y entre esa multitud que aguardó frente al escenario cuando aún calentaba el sol también estuvieron seguidores de fuera de Asturias. Fue el caso de Maite Silvar, de 45 años y vecina de Narón (La Coruña): "Vengo con mucha gente, todos del club de fans y cada uno de un punto distinto de España. Cada concierto es especial, pero éste en Gijón lo es aún más porque oírla junto a la playa es alucinante". Silvar recorre el país siguiendo las melodías de Luz Casal y afirma que "merece la pena". Porque nunca defrauda. Así lo creen también Sonsoles Matayana, nativa de Ávila, y Azucena Suárez, de Aller, aunque ambas viven en Madrid. "Es lo más este concierto. Y de paso disfrutamos de Gijón", expresó Matayana. Su amiga Azucena Suárez fue más allá en calificativos: "Sus actuaciones son las mejores del mundo y me atrevería a decir que del universo". Patricia Alonso, gijonesa pero también residente en Madrid, adelantó sus vacaciones cuando se enteró de que Luz Casal estaría en Asturias. "Tenía previsto empezarlas cuatro días después, pero las cambié porç ella", contó.