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Pablo Berger | Director y guionista de cine español

"Un director debe ser tozudo, es una carrera de obstáculos"

"Me hace muchísima ilusión participar en la Academia de Hollywood; no sé si voy a votar a Meryl streep o a Julia Roberts"

Pablo Berger.

Pablo Berger (Bilbao, 1963), director y guionista de cine español, inició su carrera en 1988 con el cortometraje "Mamá". Gracias a los premios cosechados con esta obra, en 1990 obtiene una beca para estudiar un máster en la Universidad de Nueva York. Durante su estancia en Estados Unidos, dirige el cortometraje "Trust and Beauty", por el que es nominado a los Emmy y, posteriormente, imparte clases en la New York Film Academy. De vuelta en España, estrena su primer largometraje "Torremolinos 73"_(2003), pero es su segunda película, "Blancanieves" (2012) -rodada en blanco y negro y muda- con la que ganará, entre otros galardones, diez premios Goya. Su tercer filme, "Abracadabra"_(2017), podrá verse hoy en Gijón, en el auditorio al aire libre del Cerro de Santa Catalina, con motivo del ciclo Naturgy de Cine Itinerante de Verano (22.00 horas, acceso gratuito hasta completar el aforo). La cita incluye un encuentro del director con el público.

-¿Qué aportan los encuentros con el público para un director como usted?

-De alguna manera la mayoría de las salas de cine están en Madrid y Barcelona, pero hay ciudades como Gijón donde hay un interés claro por el cine, dónde a veces al espectador le cuesta encontrar el lugar donde ver las películas. Estas iniciativas acercan el cine y también de una manera diferente. Son fundamentales.

-¿Cómo ve un director el panorama del cine español?

-A nivel creativo gozamos de una salud estupenda. Hay nuevas generaciones de directores que están pegando muy fuerte. Donde sí nos podemos quejar es a nivel de apoyos y de ayudas. El cine es un medio de alto coste pero con un gran valor como memoria visual de un país, entretenimiento y forma artística. Necesitamos unos apoyos importantes pero el fondo cinematográfico de nuestro país a nivel presupuestario es muy pequeño comparado con cinematografías cercanas como la francesa, la italiana o la alemana.

-¿Aprecia un cambio de actitud en el nuevo gobierno?

-Aún es pronto, pero está claro que el nuevo gobierno mira el cine de una manera que el anterior no hacía. Espero que el nuevo ministro de Cultura y la nueva directora del ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales) escuchen las peticiones de una industria que busca soluciones.

-¿Cree que se está notando la bajada del IVA en el cine?

-Todavía es todo muy reciente, pero es importante el gesto de los exhibidores cinematográficos que en el mismo fin de semana donde se estableció que bajaba el IVA ellos bajaron las entradas en el mismo porcentaje. Estoy seguro que el hecho de que las entradas bajen, aunque sea 1 euro, será importante. Espero que dentro de un año, cuando salgan las estadísticas, se diga que gracias a la bajada del IVA los ingresos en taquilla han sido superiores.

-¿Cómo fue volver a un cine más "convencional" tras el experimento formal y exitoso de "Blancanieves"?

-Me cuesta creer que mi cine sea convencional. Mis tres películas son hechas en libertad, escritas y dirigidas por mí. No están planteadas ´contra la norma´ sino de una manera que trate de sorprender al espectador. Es cierto que "Blancanieves" es muy rompedora sobre todo en el aspecto formal por ser en blanco y negro y muda, pero "Abracadabra" también es arriesgada y a contracorriente.

-¿Tiene algún proyecto en marcha?

-Me pillas justo en mitad de la escritura de mi siguiente película. Suelo aprovechar a escribir en verano porque es cuando menos suena el teléfono. Es el momento en que yo me encierro en mi productora, me pongo el ventilador delante y me dejo llevar, como si mi teclado fuera el vaso de una ouija y estuviera soñando; que cada película me lleve a un lugar desconocido para contar una historia que no haya contado antes.

-Le han invitado a participar en la Academia de Hollywood. ¿Cómo fue?

-Fue una gran sorpresa. Recibí un mail de un amigo que trabaja en la industria americana y me decía "enhorabuena Pablo, has sido invitado a participar en la AAMP", no recuerdo exactamente las iniciales y tampoco sabía a qué se refería. Luego leí la prensa nacional y vi que era de Hollywood. Me hizo muchísima ilusión. Cada año la Academia de Hollywood invita a una serie de directores, actores y gente del mundo y este año he sido uno de ellos. Veré las películas que me mande la Academia y votaré. No sé si voy a votar a Meryl Streep o a Julia Roberts a mejor actriz. Lo que está claro es que América tiene una gran industria y no puedo olvidar que estuve formándome ahí. A lo mejor algún día vuelvo a Estados Unidos y hago una película allí.

-¿Qué cree que tiene que tener un buen director?

-Es difícil decir cuál es la fórmula secreta porque "hay muchos caminos para llegar a Roma". Lo fundamental es tener paciencia porque los procesos son muy largos. Los directores tenemos que ser, además, tozudos porque es una carrera de obstáculos permanente. Hay que tener suerte y estar preparado para cuando llegue, que pasa de vez en cuando y, sobre todo, un director debe tener historias que compartir con el público.

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