"Apenas hay presencia de la mujer en el rock", afirma Mar Infiesta, presidenta de la asociación "Sonidos de mujeres", un colectivo de reciente creación que busca dar visibilidad a las mujeres en el ámbito musical asturiano. Su intención es reunir a cantantes, instrumentistas, técnicas, fotógrafas, letristas e incluso organizadoras de espectáculos para demostrar que el rock también es cosa de mujeres.
La asociación tiene apenas un año de existencia y se concibe como un proyecto a escala regional. De primeras, el colectivo tiene en mente la organización de varias actividades como charlas de divulgación y unas jornadas nacionales de mujeres en la música. La primera edición de esas actividades será en marzo de 2019 en Avilés y contará con la presencia, entre otras, de Vane Balón, que cuenta con un gran archivo de bandas en activo de rock y punk, una base de datos que refleja el papel de la mujer en la música. La sede del colectivo está en Gijón, aunque hay músicas en toda Asturias. Esa actividad coincidirá con la celebración del 8 de marzo, Día internacional de la mujer.
"Sonidos de mujeres" nace para dar visibilidad a la mujer pero también para cuestionar el machismo, también presente en los circuitos musicales. "No puede ser que todavía hay quien dice que ellos, los músicos, tienen un don cuando tocan un instrumento y nosotras nos 'esforzamos'", critican. La representante del grupo "Crudo", Beatriz Martínez, lo explica así: "Hay un trato diferente en función de si eres hombre o mujer; para nosotras es más complicado". Infiesta lo corrobora y apostilla: "Como encargada de orquesta, me trataban como si fuera tonta y en realidad yo era la responsable; y todo porque no era un tío".
Rheme Peláez vive por y para el rock. Es organizadora del "Raposu Rock", un festival solidario anual en Oviedo. "El rock nos hace mejores", señala la mierense, que quiere dar salida a grupos emergentes y también a bandas de mujeres. Es de la opinión del "yo soy, yo puedo" y quiere romper las barreras de género en el rock y en el punk. Mara Pérez, del centro social "La Kuadra" de Laviana, defiende la idea y considera que en el punk "también hay machismo aunque piensen lo contrario".
Otro proyecto que ronda por las cabezas de las impulsoras de "Sonidos de mujeres" es dar un homenaje a esas mujeres rockeras que en los años setenta y ochenta lo dieron todo por el género guitarrero. En ese concierto previsto se rendirá tributo a Azucena Dorado, Aurora Beltrán y Luz Casal, tres de las voces claves para entender el rock en castellano y pioneras a la hora de dar visibilidad a la mujer en la música. Ese proyecto denominado "Mujeres en el rock" pretende hacer un repaso a la historia musical de todas esas chicas, tanto a escala nacional como internacional, y mostrar su arrojo encima de los escenarios. La intención es emular a festivales como el "Women of Rock", que se desarrolla en Reino Unido.
Mariana Rocha es vocalista de "Sharp Steel", Yolanda Díaz vive la música desde el público, María Ekis canta en "Manifiesto X", Beatriz Martínez negocia con salas para el grupo "Crudo", Rheme Peláez organiza el "Raposu Rock" y Mara Pérez, a quien le gusta el punk, promueve conciertos en Laviana. Todas dan la nota y demuestran que el sexo no importa a la hora de hacer música. Piden "respect", que diría Aretha Franklin, porque las mujeres tienen capacidad "de sobra" para hacer sonar cualquier instrumento y "hacerlo hablar". "Tenemos que acabar con esa educación tan arraigada que impide que se nos valore adecuadamente. Somos capaces, muy capaces", apunta Peláez.
"Queremos hacer un llamamiento a todas esas mujeres que tocan o están vinculadas con la música para que se sumen a este proyecto", concluye Mar Infiesta, presidenta de "Sonidos de mujeres".
