Un grupo de aficionados al patinaje "freestyle" construyeron hace cinco años su propio skatepark en una nave de Villaviciosa, cerca del pueblo de Oles. Tras varios intentos fallidos de que la Administración del Principado habilitara un lugar para practicar su deporte, se vieron obligados a hacerlo ellos mismos, creando el "Woodguay Roller Club", asociación deportiva que se encarga de administrar el skatepark privado de Villaviciosa.

El patinaje "freestyle" o "patinaje agresivo", consiste en realizar saltos y piruetas o deslizarse sobre barandillas y bordillos montado sobre patines en línea, modificados especialmente para esta disciplina de patinaje. "Es un deporte con mucha libertad de movimiento y que tiene muy pocas limitaciones", como lo define Roberto López, patinador federado y presidente de la asociación deportiva "Woodguay Roller Club".

El problema del patinaje "freestyle" es su relativa juventud. En España se empezó a practicar en los años noventa, mientras que otros deportes como el skate, llevan muchísimo más tiempo. Por ello tiene menos seguidores y está más marginado. "El 95% de los skatepark están hechos para el skate y dejan fuera a otras disciplinas, como las de bicis o patines", asegura López, que lleva practicado esta actividad desde que tenía 15 años, y ya suma 20 sobre los patines. El fallo de las instalaciones es que se las encargan a empresas de construcción. "No costaría hacerlos para todas las modalidades, hay empresas especializadas en la construcción de skatepark que lo harían mucho mejor", finaliza López.

A falta de un lugar que les permitiera practicar su deporte, varios jóvenes asturianos se unieron para construir su propio skatepark. En una nave de Villaviciosa, que bautizaron como "Woodguay", instalaron sus rampas y cajones de madera. Hasta estas instalaciones se acercan patinadores de freestyle de toda España, incluso de otros países. Llevan varios años organizando competiciones puntuables para la liga española de esta disciplina y además han prestado sus instalaciones a algunos cursos de patinaje para niños.

Estos patinadores desconfían de los políticos por sus malas experiencias previas, pero dicen estar cambiando de parecer gracias a los últimos contactos con la alcaldía de Villaviciosa. En la competición realizada en la nave hace unas semanas, el Ayuntamiento maliayés les cedió los trofeos de los ganadores, lo que según ellos, muestra una intención mayor por ayudarles. También están en contacto con la Federación de Patinaje del Principado de Asturias, que dicen, les está apoyando mucho. Ahora solo quieren que su deporte siga creciendo y piden más implicación a las administraciones, pues ellos son pocos y no pueden con todo. Lo que sí están haciendo de momento, es ofrecerse a enseñar a quien busque iniciarse en el deporte. "Todo el que quiera animarse a probar que se ponga en contacto con nosotros, que son bienvenidos", señala López.