Hay muchas familias que viven el CSIO de Gijón desde dentro y desde hace más de un cuarto de siglo. Jinetes y amazonas comparten sobre el césped del hípico algo más que parentesco, la rivalidad reina durante las pruebas y no se hacen prisioneros. "Hace 25 años que viene mi padre, más o menos, es un orgullo poder competir a su lado", dice Sanne Thijssen, de 19 e hija del holandés León Thijssen, ganador de varios premios sobre Las Mestas. "Hace unos tres años que vine a Gijón por primera vez. Tuve la suerte de debutar en la Copa de Naciones aquel año y de que todo dependiera de mí. Guardo un buen recuerdo porque tras mi recorrido logramos un meritorio tercer puesto", cuenta la amazona de los Países Bajos.

El paso de Thijssen por el CSIO de este año ha sido bueno. El primer día de concurso marcó el tiempo a batir en una de las pruebas, pero la veteranía de otros jinetes la relevó a un buen quinto puesto. "Creo que, aunque estamos ahora mismo a nivel parecido, me queda mucho para igualarme a mi padre. Él es uno de los mejores jinetes que existen", confiesa Sanne a la que el paso por Las Mestas le genera grandes recuerdos y momentos de aprendizaje. "Gijón es un show increíble. Hay un gran ambiente, la gente es muy cariñosa y estamos muy a gusto. Los jinetes agradecemos mucho que la gente viva la hípica como la viven los gijoneses".

Otra de las familias que más tiempo han pasado en Gijón, es la de los Whitaker. La benjamina de la familia, Ellen, de 32 años, ha participado en la edición de este año. Con solo 20 años ya conoció el sabor de la victoria en Las Mestas. Ellen se hizo con una de las pruebas grandes del concurso, consiguiendo así su segunda victoria en tierras asturianas a lomos de "AK Kanselier". "Para ser honesta es uno de mis concursos favoritos. Hace muchos años que vengo con mi familia y lo pasamos realmente bien. Cuando este año la jefa de equipo me invitó a venir a Gijón me hizo muchísima ilusión", cuenta la británica.

Este año, Whitaker, ha traído a Gijón a dos de sus caballos preferidos. "llevo entrenando con ellos desde hace cuatro años y creo que están en su mejor momento. Los he traído porque quiero que conozcan este gran circuito". Hija de Steven Whitaker y sobrina de John y Michael Whitaker, tiene a estos últimos por ídolos, "todos mis familiares que han sido jinetes son mi inspiración. Creo que Michael y John han sido los mejores. La forma en la que montan es todo un ejemplo para mí. Piensa que la hípica ha cambiado muchísimo en estos últimos veinte años y ellos han sabido adaptarse para seguir estando entre los mejores", confiesa Ellen.

A Ellen, madre de dos hijos y casada con el jinete español Antonio Mariñas Soto, le encanta venir al CSIO de Gijón, "creo que es muy bueno para nosotros, la gente, los recorridos, el campeonato en sí es un gran concurso, pero es muy difícil hacerse con un premio, hay mucha competencia".

Cómo no, también hay familias españolas que repiten cada año su presencia en Las Mestas. Eduardo Álvarez Aznar es hijo del olímpico Luis Álvarez Cervera lo tiene claro, "mi padre es uno de los mejores de España, es difícil seguirle el ritmo y llegar a su nivel". Pero a Eduardo no le van mal las cosas, en el concurso de este año se alzó, junto con sus compañeros, con el título de Campeón de la Copa de Naciones. Aunque le queda trabajo aún para llegar a igualarse con su padre, recuerda que en Gijón se le dan bien las cosas, "es un concurso ya mítico, es muy reconocido fuera de nuestro país. Las instalaciones son maravillosas, las gradas están repletas, a los jinetes nos encanta venir aquí", cuenta mientras ensilla a "Mogambo", uno de los tres caballos que ha traído a Las Mestas este año.

En Asturias también hay grandes familias en el mundo de la hípica, los Honrubia, los Álvarez Moya, son un buen ejemplo de estas sagas que en Las Mestas encuentran un escaparate perfecto para mostrar al mundo lo que saben hacer a lomos de los caballos que en muchos casos ellos mismo crían desde que nacen.