El rock and roll de Loquillo volvió a sonar en Gijón en el escenario de la plaza de toros de El Bibio, dentro del festival Metrópoli, para el disfrute de su público más fiel, que otra velada volvió a respetar las distancias de seguridad en esta nueva normalidad que también afecta a las actuaciones del verano. El de ayer fue el segundo concierto de su gira "La vida por delante", que arrancó en el Festival de Pedralbes, en Barcelona el pasado viernes.

Las largas colas son cosa del pasado y también los bailes. La nueva distribución por la plaza, eso sí, permite escuchar las canciones y percibir limpia la voz de los artistas que durante esta semana han pasado por el ruedo. Loquillo, que estuvo al lado del poeta, compositor y profesor Gabriel Sopeña, que además de cantar se ocupó de tocar la guitarra y los teclados, fue en su día el encargado de hacer las músicas para un repertorio que incluye versos de Octavio Paz, Cesare Pavese, Pablo Neruda, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Mario Benedetti, Jorge Luis Borges, Jaime Gil de Biedma, Bernardo Atxaga, Pere Quart y Joan Salvat-Papasseit, entre otros.

"Queríamos devolver la tradición de la música popular española, la poesía... siguiendo una tradición que empezaron otros", compartió Loquillo con el público antes de cantar "La vida por delante". Antes ya habían sonado temas como "Balmoral", "La vida que yo veo", "Polítical incorrectness" y "Cuando pienso en los viejos amigos".

Esta gira del artista catalán persigue revivir el contenido de "La vida por delante" (1994) y "Con elegancia" (1998), dos discos de Loquillo en los que revisaron a poetas contemporáneos en clave country-rock y folk-rock y también algunas versiones de Johnny Cash, Kris Kristofferson y Jacques Brel. Gijón volvió a disfrutar con la personal voz de Loquillo durante una agradable velada.