Viento en popa, a toda vela... desde Candás. Parafraseando a Antonio Machado, los participantes del curso de iniciación a la vela que imparte este verano el club náutico "Cuatro Vientos" muestran las buenas sensaciones que da el hecho de surcar los mares con la simple ayuda de dos velas, a merced de los vientos y de las olas. En un barco de vela, con un máximo de cinco alumnos, el monitor Agustín Méndez les guía para que la travesía por las aguas de Carreño vaya como la seda. En la primera jornada de clases prácticas, que recibieron este lunes, tuvieron que lidiar con bastante oleaje, pero aun así llegaron incluso hasta Luanco por mar. "Estoy encantada, estoy aprendiendo muchísimo. Repetiría y volvería a navegar. Las sensaciones con el viento y las olas son muy bonitas", comenta Salud, una participante que reside en Oviedo.
El candasín Javi Noval destaca la labor del monitor, quien les explica los entresijos de la navegación a vela. "La experiencia es buenísima. Ayer nos tuvo en un mar bastante feroz y fue muy bien. El sentirte arrastrado sin motor es una maravilla", asegura. De la misma opinión es otro de los participantes, el ovetense José Luis Sariego, quien dice que "estamos aprendiendo un montón. Las sensaciones son impresionantes".
Este año, el club Cuatro Vientos tuvo que adecuar los cursos de vela a la "nueva normalidad". Esto supuso que las clases de vela adaptada no se pudieron organizar como otros veranos, pero sí las de vela para niños y adultos. Los más pequeños, a bordo de embarcaciones individuales, navegan con la supervisión del monitor en la parte de afuera del muelle de Candás. Los adultos van más allá. En ambos casos, la actividad supone un acercamiento a la navegación en barcos de vela que desde el club quieren potenciar. "La gente piensa que esto es solo para gente que tiene mucho dinero y no es así. Un curso de vela en Candás te cuesta 80 euros y con ello recibes las nociones básicas para poder manejar un barco de estas características", comenta Julián Soriano, presidente del Cuatro Vientos.
El objetivo del club con la organización de estos cursos de vela varía dependiendo de la edad. "La idea es que los adultos aprendan a navegar de manera autónoma. Para los niños, la orientación es que vean que pueden practicar otro tipo de deportes al margen del fútbol, implicarlos en el mar, que lo conozcan. Hay gente que ve el mar solo para ir a la playa, pero no es solo eso", remarca Soriano. Para ello, imparten cursos de 15 horas en cinco días, con horarios flexibles dependiendo del tiempo. El primer día dan formación teórica de una hora sobre seguridad y un primer acercamiento a la vela. El resto de horas son prácticas.
