“Cuando se apaga la vida, tal vez, el arte, la cultura, sea la forma de recuperar la memoria”. Así se explica el fotógrafo Daniel Mordzinski para referirse a su exposición “La Mar de letras”, donde aglutina algunos de sus retratos más distintivos y con los que recupera la figura de personalidades ya fallecidas como los escritores Corín Tellado y Luis Sepúlveda. Mordzinski es uno de los invitados estos días en la Semana Negra, e intervendrá hoy a las 21.00 horas en una charla sobre el oficio con José Manuel Fajardo.

El argentino explica que en “La Mar de letras” hace un recorrido por sus 44 años como retratista, en los que hay mucha historia gijonesa. Fue en la Semana Negra, en la década de los años 90, la que trajo a Mordzinski a Gijón por primera vez. Dejó su exilio en París para acudir al festival. Y desde entonces no ha dejado de visitar la ciudad "para dejar constancia fotográfica de la literatura y cultura de la ciudad”. Mordzinski, reconoce estar “feliz" por "haber conseguido guardar en un cajón la memoria de personajes ilustres que ya no están entre nosotros”. Para ello, explica, sigue uno de los consejos que le dio su abuelo: “Retratar a la persona desde la humildad y respeto”.

El fotógrafo, tras tantos años a sus espaldas, también tiene consejos para otros compañeros del gremio. Un muy importante es “dejar a las personas que hablen durante los momentos previos a la fotografía del trabajo”, para quitar los nervios, porque a su juicio esto ayuda a que el retrato transmita después al espectador una mirada "más pura" de la esencia de los fotografiados.

El trabajo de Mordzinski tiene sus seña de identidad de una forma tan evidente que sus fotografías han sido renombrados y ahora son “fotinskis”. Pero sus registros son múltiples: usa el blanco y negro y el color, tanto los estudios como el escenario y los exteriores, pero todas llevan la firma Mordzinski.