Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un pote con apellido allerán

Un camino entre pucheros

Un pote con apellido allerán

Conchi Muñiz está al frente de El Molín d'Eloy, en Felechosa, donde los platos de cuchara y las carnes tienen su protagonismo

Junto con la fabada, no cabe duda de que otro de los platos reyes en Asturias es el pote, una elaboración que no falta en los restaurantes de la región y, sobre todo, en los meses de frío y lluvia. Un plato tradicional que cuenta con sus incondicionales y que lo pueden disfrutar, en el caso que nos ocupa, en el restaurante El Molín d'Eloy, en la localidad allerana de Felechosa. De su preparación y de la querencia con que siempre se hizo sabe mucho Conchi Muñiz Fernández, al frente de la cocina y del establecimiento, y quien tuvo a su madre, Mary Fernández, como la mejor maestra pues, hasta su jubilación, era ésta quien mandaba delante de los fogones.

Es su madre quien recuerda sus comienzos y los años que dedicó a que cuanto salía de su cocina fuera del gusto de su clientela. "A los 26 años ya estaba yo cocinando en otro local donde tenía mucha fama nuestro cordero a la estaca. Siempre he disfrutado con mi trabajo. En el año 2008 cogimos esta casa con molino, que era de mi madrina, Flora, hija de María y Eloy el molinero, y se rehabilitó la parte baja para dedicarla al restaurante y en la superior hay unos apartamentos", dice esta mujer entrañable y enamorada de su profesión, al igual que su sucesora, su hija Conchi, quien tiene en sociedad con sus hermanas mayores, Yolanda y Olga, este local, siendo la primera quien lleva la cocina y la dirección.

Encanto y calidez es lo que se siente al entrar en uno de sus comedores donde manda la piedra y la pizarra y dota al local de autenticidad y de asturianía. También gusta mucho el otro comedor, más pequeño, que se hizo sobre el lugar donde se ubicaba el viejo molino. De hecho, al entrar en el restaurante se siente pasar el agua del río por la antigua canal del molino dando una sensación, sobre todo por el verano, muy refrescante para los que están sentados en su terraza tomando unas sidras, un vino o el vermú dominical con el aperitivo consiguiente.

Abren los viernes por la noche para las cenas y los sábados, los domingos, así como también los festivos el día completo. Cuentan con un menú en el que por 17 euros se pueden degustar, entre otros platos, y no siendo siempre los mismos, el frixuelo relleno de picadillo al cabrales, pote asturiano, fabada, truchinas de alta montaña con jamón, en ocasiones caldereta de cordero, sopa de marisco, pastel de quesos asturianos con arándanos, ensalada templada y setas a la crema rellenas de cecina y queso de cabra. Entre los postres, los que más gustan son la tarta cremosa de queso con arándanos, con una presentación realmente apetecible, y la tarta de la abuela.

En cuanto a su carta, cuenta también con elaboraciones tentadoras, algunas en las que la creatividad de Conchi se hace notar. Entre ellas, las croquetas de jamón y cabrales con frutos secos. También está la cazuelita de morcilla salteada con piquillos, cachopo de ternera, chuletillas de cordero, plato de lomo con patatas y huevos, cachopinos de venao, carrilleras de cerdo ibérico al vino tinto y picadillo casero con patatas y huevos. Dada la capacidad del local, se recomienda reservar llamando al 985487770.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.