Wes Anderson estrena Isla de perros, un filme fiel a su estilo imaginativo y original, que supone el regreso del director al cine de animación casi una década después de su Fantástico Sr. Fox. La cinta, rodada con la técnica "stop-motion", se sitúa en un futuro cercano en Japón donde la superpoblación de perros ha obligado a las autoridades a exiliar a estos animales a una isla solitaria, que es en realidad un vertedero, para impedir que se extienda una extraña gripe por el país. Esta situación llevará a un niño de 12 años a emprender un viaje para encontrar a su mascota extraviada.