Las sartenes son un elemento indispensable en las cocinas. Mantenerlas en buen estado es difícil porque tienden a ensuciarse y engrasarse con rapidez, sobre todo por la parte de la base, dando un aspecto descuidado y pegajoso. Tirarlas a la basura y comprar otras nuevas cuando se ennegrecen puede tentarnos, pero no es necesario, porque hacer que vuelvan a brillar es posible utilizando productos que todos tenemos por casa. productos que todos tenemos por casa

Existen algunos trucos para mantener las sartenes como nuevas desde el primer día, como no echarles agua fría cuando aún están calientes para conservar su antiadherencia. Si para ti ya es tarde y las tuyas tienen una película de grasa que parece imposible de eliminar, no te deshagas de ellas: aquí tienes unos trucos para dejarlas relucientes.

Para la base: bicarbonato y vinagre

Además de eliminar la suciedad, esta opción eliminará los malos olores y desinfectará el utensilio. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre el culo de la sartén hasta cubrirla por completo y después añade el vinagre por encima. Deja reposar unos veinte minutos y después frota la zona con paciencia y haciendo movimientos circulares ayudándote de un estropajo de aluminio.

Para devolverles el brillo: limpiador de vitrocerámica

Si sirven para dar brillo a la vitro, también para el culo de la sartén. Extiende un poco del limpiador que utilizas habitualmente para limpiar la vitrocerámica por la base y espera unos minutos. Sírvete de un estropajo de aluminio para retirar los residuos, que se desprenderán con facilidad por el efecto del producto. Asegúrate de enjuagar bien la sartén con agua y jabón.

Truco para dejar la vitrocerámica como nueva

Limpiar la vitrocerámica puede llegar a convertirse en una pesadilla. No en vano es uno de los electrodomésticos que más utilizamos (normalmente todos los días). En el mercado existen numerosos productos que nos pueden ayudar. Los hay más conocidos y menos pero ninguno te acaban solucionado del todo la papeleta de enfrentarte a la limpieza de la cocina. En los grupos de limpiadores profesionales en los últimos días se está extendiendo un método que muchos alaban por su eficacia y que se ha puesto cada vez más de moda: limpiar la vitro de casa con pasta de dientes. “A mi me ha quitado hasta las ralladuras”, señalaba hace días una usuaria de las redes sociales.

La técnica es sencilla: echas un poco de pasta de dientes, la extiendes bien sobre toda la superficie y la dejas actuar un rato. Después la quitas con un paño húmedo. (Si aún quieres saber más sobre trucos de limpieza que te pueden hacer más agradable tu día a día en este enlace puedes entrar, por ejemplo, en el artículo que publicábamos hace días y en el que te señalábamos el producto que tienes que usar para dejar tus alfombras como nuevas en tu limpieza semanal, un truco que no puede pasar desapercibido).

No obstante cada vitrocerámica es diferente por lo que te recomendamos que primero pruebes y luego veas si esta técnica de limpieza es la adecuada en tu caso o si tienes que optar por algún otro producto. En los foros de internet se recomienda también mucho el uso del Cif o de la famosa Piedra blanca que cada año es un éxito de ventas en la Feria Internacional de Muestras de Gijón.

Pero lo que tienes que tener claro en cualquier caso es que a la hora de limpiar es casi tan importante la limpieza en profundidad del fin de semana como el mantenimiento que haces a diario. Por eso se aconseja usar un cubre vitrocerámicas. Los veden en todo tipo de tiendas de productos de hogar y "cantan" demasiado ya que hay de muchos colores y tamaños pero todos tienen una cosa en común: con ellos vas a poder evitar siempre que te caigan motas de polvo que luego entran en contacto con el calor y los alimentos y se pueden quedar adheridas a la superficie dela vitrocerámica siendo muy complicadas de quitar. (Lee aquí seis cosas que puedes meter en el lavavajillas y no sabías).

Si necesitas más consejos de limpieza recuerda que puedes visitar a diario nuestra sección de Decoración en la que te contamos todo lo que tienes que saber.