Adiós a los chorros rotos: así es como puedes poner solución a este problema tan habitual que provoca atascos

Seguramente más de una vez te hayas encontrado con que tu grifo no funciona como es debido

Seguramente más de una vez te hayas encontrado con que tu grifo no funciona como es debido. El uso continuado termina provocando que cualquier superficie se vaya desgastando poco a poco y su eficacia vaya perdiendo fuerza. El deterioro se incrementa cuando no llevamos a cabo una rutina de limpieza habitual que de vez en cuando se centre en "dejar como los chorros del oro" cada pequeño rincón. El grifo es un útil que damos por sentado como los grifos también sufre el paso del tiempo como cualquier otro y se podría manifestar con un chorro quebrado, un taponamiento...

Si no entiendes a qué nos referimos con esto, ocurre cuando el grifo deja de funcionar como es debido y el chorro, una vez lo abrimos del todo, suelta el agua por partes y no de manera unificada. ¿Sabes el motivo por el que esto se produce? Pues aquí te dejamos la explicación: la acumulación de cal. El agua a su paso va dejando estos restos que, si no somos suficientemente cuidadosos, terminará haciéndose bola y obstruyendo las salidas de agua. Ojo, porque también puede ocurrir que el agua, en lugar de salir con goteo, se dispare.

Piedras incrustadas

Para ponerle solución, solo tienes que saber dónde acudir a remover. Échale un vistazo al grifo del lavabo y hazte con una llave inglesa de suficiente apertura con la que puedas desenroscar el tapón. Una vez lo saques, te darás cuenta de que dentro se han podido producir acumulaciones de cal en forma de bolas que son las que entorpecen la salida del agua. Para ponerle remedio, es tan sencillo como pasar un estropajo y frotar a conciencia para eliminar los restos de estas piedras, así que lo mejor será que desmontes la pieza al completo y las laves por separado. Rocía tu producto de limpieza para el baño por todas las piezas, por el lavabo y por el grifo para de paso dejar todo reluciente.

Por último, pasa el estropajo por toda la superficie para dejar impoluto el espacio y eliminar por completo la cal. Una vez hayas acabado, remata tu trabajo con una bayeta para secarlo y coloca de nuevo el filtro completamente limpio para comprobar que ya no hay problemas a la hora de abrir el grifo.

Si tienes alguna consulta más para acabar con los problemas más cotidianos que podrían surgirte por casa, echa un vistazo a nuestra sección de Decoración para encontrar soluciones caseras a problemas cotidianos.