El descubrimiento de los restos fosilizados de un primate de Arabia Saudí desconocido hasta ahora podría ayudar a datar la divergencia evolutiva entre hominoides y los «monos del viejo mundo», según publica esta semana la revista «Nature».

La fecha en que se produjo la divergencia entre hominoides -humanos y simios- y cercopitécidos -conocidos como «monos del Viejo Mundo», a partir de los cuales evolucionaron babuinos y macacos, entre otras especies- a partir de un antecesor común es un tema clave en la historia de la evolución humana.

Las estimaciones basadas en el genoma calculan que la separación entre ambas ramas evolutivas se produjo aproximadamente hace unos 30-35 millones de años, a principios del Oligoceno.

Sin embargo, los registros fósiles de mediados y finales del Oligoceno (entre 30 y 23 millones de años atrás) aportaban pocas pistas acerca de las características del último antecesor común o que apoyaran que la divergencia se produjo a principios de ese período.

El reciente hallazgo en Arabia Saudí de los restos fósiles de una especie de mono desconocida hasta ahora ha permitido a un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) describir, a partir del cráneo, las características de esta especie de primate de tamaño mediano (de unos 15 o 20 kilos).