Un paciente británico paralizado tras un accidente de moto y en estado de coma logró en el último momento, gracias a un parpadeo, que no le retirasen la máquina que lo mantenía con vida. Antes del accidente, Richard Rudd, de 43 años, había dicho que si alguna vez le ocurría algo así, no querría seguir vivo. Finalmente su padre decidió dar permiso a los médicos para que desconectaran la máquina. En el último momento se percataron de que el paciente podía parpadear y parecía capaz de establecer algún tipo de comunicación con gestos.