Plácido Domingo escuchó la noche del jueves en su debut como barítono en el Teatro Real 16 minutos de aplausos, el récord de este coliseo, y aunque nunca había sentido «tanta emoción en Madrid», esto, dijo, «no ha sido más que un ensayo general» de lo que, promete, sucederá en su última función, el día 28, al ir mejorándolo.

«Estoy tan emocionado, ha sido tan especial... Nunca había sentido una emoción igual en Madrid, pero esto no es más que un ensayo general», prometió el cantante, acompañado en su camerino por su mujer, Marta, y con el pasillo abarrotado de fans que querían saludarlo y que hicieron guardia ante su puerta durante más de una hora.

«Cuando vives algo así casi no encuentras palabras para describir lo que sientes, pero creo que voy a seguir evolucionando el papel y el último día será aún más especial», agregó el artista madrileño, que lleva 40 años cantando en la capital y desde la primera temporada en el Real.

Su director artístico, Antonio Moral, subrayó a la agencia «Efe» que una noche así, para la que no quedaba ni una entrada desde hace dos meses, es «la excelencia» que necesita el coliseo, del que él se despedirá con esta ópera.

Domingo, junto con Ángela Gheorghiu, Ferruccio Furlaneto y Marcello Giordani, forma el segundo elenco de «Simon Boccanegra» y sólo cantarán el domingo y el día 28, uno antes de que concluyan las funciones de este «gran Verdi». El intérprete, de 69 años, explicaba esta semana que siempre tiene «una gran emoción por estar en su país y en su ciudad» porque, decía, «el público es más cercano y quieres darle más gusto».

Domingo quería que Simon Boccanegra fuera su último personaje pero ya tiene, según él mismo explicaba, «Valquirias», «Ifigenia», el estreno mundial de «Il postino»...» y otro «barítono», el papel de Rigoletto que debutará en Mantua en septiembre, transmitido por 138 televisiones.