El delantero del Fútbol Club Barcelona asturiano David Villa canta con Ana Torroja «Insurrección», de El Último de la Fila, dentro del proyecto solidario «X1Fin: Juntos por Malí». De esta manera ambos contribuyen a la construcción de la escuela de arte y formación en el país africano, destinada a niños y niñas sin capacidad actual de escolarización. De nuevo músicos, actores, deportistas y el mundo artístico se une para un fin solidario con un disco que verá la luz el 23 de noviembre y un concierto que se celebrará el 2 de diciembre en La Farga de Hospitalet (Barcelona), cuyos participantes se confirmaran próximamente.

Este proyecto es la continuación de «X1Fin: Juntos por el Sahara», que el año pasado alcanzó una gran repercusión con la publicación de un disco y la realización de un concierto en Madrid en el que participaron más de treinta músicos y actores. «La canción de "El Último de la Fila" nos gustaba tanto a Ana como a mí. Espero que consigamos que la gente se involucre y compre el disco, porque es una forma muy bonita y sencilla de ayudar a personas que no disponen de las mismas oportunidades que nosotros», ha señalado Villa, que ya ha grabado junto a Ana Torroja este tema en el que «debuta» como cantante por esta causa solidaria.

El goleador añadió que los futbolistas son «un referente para la sociedad» y tienen que estar cada vez más dispuestos a involucrarse en este tipo de proyectos, en los que pueden «ser capaces de echar una mano a gente que lo necesita».

La involucración de Ana Torroja con este país del África Occidental va más allá, ya que allí ha rodado el videoclip y el EPK de «Sonrisa», primer single de su nuevo álbum homónimo publicado el pasado 14 de septiembre. «Aún me emociono cuando recuerdo Malí. Por la experiencia en sí y porque he cumplido un sueño», dice Ana. «Andrés Levin -productor del álbum «Sonrisa»- y yo hablamos de que con mi nuevo disco queríamos hacer algo para niños donde la música fuera muy importante. Había un proyecto de "Voces" y estamos involucrados en él para crear una escuela para niños hasta 16 años en la que la cultura y la música sean parte fundamental. Les sube la autoestima y los alimenta», explicó.