El técnico del Bayern Múnich, Louis van Gaal, ha prescindido de la tradicional visita de su equipo a la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza muniquesa, ante los malos resultados del conjunto, que tras perder de nuevo el domingo cayó al puesto duodécimo de la Bundesliga.

Ante la mala racha del equipo, el ex entrenador del Barça suspendió la visita del equipo al mítico festival alemán, una de las tradiciones más arraigadas de Baviera. En lugar de cerveza, los jugadores del Bayern tendrán que dedicar ese tiempo al entrenamiento. Van Gaal decidió programar la concentración del equipo para las 11.30 horas.

El Bayern perdió el domingo contra el Borussia Dortmund por 2-0, con goles del argentino-paraguayo Lucas Barrios y otro del turco Nuri Sahin, lo que coloca al poderoso club bávaro en una posición compleja, trece puntos por debajo del líder, Maguncia 05.

La situación de debilidad de los bávaros, que cerraron la temporada anterior con doble título en la Bundesliga y la Copa alemana, es tan insólita en la Bundesliga como lo es, a la inversa, la del Maguncia, que de recién ascendido ha pasado a líder con un arranque de temporada espectacular.

Van Gaal se quejaba ayer de que Miroslav Klose sólo hace goles con la selección alemana y este domingo decidió dejarlo en el banquillo y apostar por Mario Gómez, que tampoco marcó.

A la espera de otros ajustes en el campo, el holandés ha optado por dejar a los jugadores sin la visita de ritual a la más multitudinaria fiesta cervecera del mundo, que este año celebra además su bicentenario.

La participación de los jugadores en esta fiesta, en la que se visten con el traje típico de Baviera, es una de las grandes citas anuales del club. A la fiesta acuden también sus esposas también vestidas con el traje tradicional de escote generoso. La celebración comenzó el pasado 18 de septiembre y terminó ayer, lunes.