La semana de la moda de Madrid, que se celebrará entre el 1 y el 5 de febrero, cambia de nombre, de fechas y pasa a realizarse de forma simultánea a la Semana Internacional de la Moda de Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó durante la presentación que lo que se busca es un revulsivo al complicado momento de crisis.

Entre los cambios, el más llamativo y comentado es el del nombre, del que se cae el sustantivo Cibeles para convertirse en «Mercedes-Benz Madrid Fashion Week». Una manera de equipararla con otras como las de Berlín o Nueva York, que incluyen al mismo patrocinador en su nombre. Para la diseñadora Sara Coleman la internacionalización «puede suponer algo de nostalgia si el objetivo es irse fuera, que es a lo que creo que apuntamos todos, porque nos ayuda». La internacionalización también la defiende Ana Locking. «Desde que cambiamos la estrategia y nuestra mirada se dirige más al extranjero que a España, nos ha reportado beneficios para poder ser bastante estables». El presidente de Asociación Creadores de Moda de España, Modesto Lomba, también ve en la nueva denominación «la ratificación no sólo del buen hacer de la organización, sino el de todos los que llevamos tantos años en la pasarela».