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Néstor Villazón atraviesa la Cuarta Pared madrileña con su "Herencia"

El dramaturgo gijonés estrena en la prestigiosa sala su obra sobre la vida de la cantante Alicia Ramos: "Transexualidad, familia y vida laboral"

Néstor Villazón, ayer en el teatro.

Néstor Villazón (Gijón, 1982) es dramaturgo y es medianamente joven (para lo que se estila en las artes escénicas). Las dos cosas juntas son valores en verde en la Bolsa de talento del teatro patrio. Anoche presentó "Herencia" en la sala Cuarta Pared de Madrid, que es al teatro alternativo lo que el Real a la ópera.

"Herencia" es una producción que corre a cargo de la compañía gijonesa "Paraninfo 58", la de Andrés Dwyer, que es también el director de un montaje que su autor llama "work in progress", o sea, un espectáculo que todavía no se ha cocido del todo. "Pero está muy avanzado", confiesa el gijonés, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y poeta también.

En el porvenir más inmediato de "Herencia" aún no hay otra representación. "Aunque la experiencia me dice que el próximo año podríamos volver a la Cuarta Pared. Antes, la compañía va a mover el espectáculo por otros espacios", promete el escritor asturiano. "Presentamos nuestro proyecto y fue seleccionado. Esto nos permitía salir a escena en la Cuarta Pared", confiesa Villazón, rodeado de asturianos en Madrid.

Junto a Dwyer -formado en la Escuela de Arte Dramático- están Sara Martínez y Sonia Vázquez. El elenco lo completa Óscar del Pozo. Los tres juntos se presentaron pasadas las 20.00 horas y lo hicieron dentro de la programación del Festival Essencia, o sea, el de los espectáculos en carne viva.

"El asunto general era la vida. Nosotros nos decidimos por la cantante canaria Alicia Ramos, que lleva como diez años en Madrid", explica el dramaturgo. Le hicimos entrevistas y sobre lo que nos contó, escribí el texto", sentencia Villazón. Lo particular de Ramos -aparte de su profesión- es su condición de mujer transexual. "Pero no quisimos hacer un drama sobre una transexual", subraya el gijonés. Ni Villazón, ni Dwyer querían un drama de Almodóvar. "El montaje habla de la transexualidad, pero también de la familia, de la vida laboral o, más bien, de las dificultades para acceder a la vida laboral...", explica el escritor que atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono, minutos antes de acudir a la sala en la que "Paraninfo 58" echó a andar su nueva creación. La lista de ellas es de las buenas. Sus últimas producciones han sido "Siempre nos quedará París", de José Padilla, con una pareja protagonista de asturianos: Sonia Martínez y Juan Blanco. El pasado año, en el Jovellanos de Gijón, montaron la obra colectiva y postapocalíptica "Como si no hubiera un mañana". Y es que "Paraninfo 58" monta funciones de autores eminentemente contemporáneos. El trabajo creativo de Villazón se alargó "durante un par de meses". Y Villazón ya tiene otro en cartera. Se titula "Vallecas, 1957" y está previsto que lo publique el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música.

"Será en la página de la Muestra de Autores Contemporáneos", aclara Villazón. Se trata de una web de referencia para los dramaturgos más nuevos. "Me concedieron una beca de 5.000 euros para escribir en cuatro meses un espectáculo. Ahora se publica. No sé qué va a pasar con ella: nadie la ha leído de momento", apunta el dramaturgo.

La fábula por la que apuesta ahora Villazón se centra "en el hijo que vuelve a casa". Del norte de España a Vallecas, en la época en que cada familia tenía que levantar su chabola en una noche porque, si no, "al llegar el amanecer las autoridades podían derribarla". Este drama, lo confiesa Villazón, nace de la historia particular de su abuela, "que es de Mieres y que vivió en Vallecas". Esto es lo próximo de Néstor Villazón. De Madrid, al cielo.

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