Parece que ha llovido mucho desde aquellos años en los que acudíamos al kiosco a comprar cromos, alquilábamos películas en el videoclub o llamábamos desde una cabina de teléfono, pero lo cierto es que no han pasado más de cuatro décadas. Esta nostalgia de la infancia que no regresa dio lugar en 2013 al nacimiento de "Yo fui a EGB", una página de Facebook creada por dos bilbaínos -un publicista y un informático- que recogía la memoria colectiva de la generación que creció entre los años 70 y 90.
Esta publicación -un fenómeno que dio lugar a una saga de cuatro libros que ha vendido hasta ahora más de medio millón de ejemplares y hasta un recopilatorio de las canciones de la época- ha servido como inspiración para "Yo fui a EGB-La Expo", una muestra inmersiva que girará por toda España y arrancará el próximo 30 de mayo en Gijón, donde podrá ser visitada hasta el 30 de junio en el palacio Revillagigedo.
"Somos la generación del 'baby boom', somos muchos niños los que nacimos en esa época, en la que, por otra parte, teníamos muy pocas cosas (las marcas empezaban a introducirse en el mercado y solo había dos canales de televisión ) y todos hacíamos lo mismo". Así justificaban en una entrevista Javier Ikaz y Jorge Díaz, autores del blog y los libros "Yo fui a EGB", el éxito de sus publicaciones, en torno a las que se ha creado una verdadera comunidad que quiere mantener vivos "aquellos maravillosos años".
Todo este material podrá ser visitado a partir del mes que viene en Gijón en una exposición inmersiva producida y promovida por el Festival de Metrópoli que no dejará a nadie indiferente.
Hacerse una foto junto a un Seat 600, dentro de una cabina de teléfono, comprar la revista "Súper Pop" en el kiosco, sentarse en un pupitre de una clase de los 80 y salir al encerado son algunas de las muchas actividades que podrán realizarse en la muestra, que recogerá objetos, música, e incluso olores de la época, y que recreará los colegios, los cines, la televisión y, en definitiva, la vida cotidiana de aquel entonces.
Todo ello estará distribuido en varios escenarios en los que actores interactuarán con el público asistente, y permitirá a los veteranos recordar lo mejor de su infancia y a los más pequeños vivir de primera mano la niñez de sus padres.
