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SUSO SILVA | Director de "Apocalipsis" del "Circo de los Horrores"

"Pediría a los políticos que se rieran más, en vez de peleas verduleras"

"El ser humano es el último animal en llegar a la Tierra y el que más daño causa; me preocupa qué les quedará a mis hijos"

Suso Silva, en un momento del espectáculo con una de las intérpretes. MARCOS LEÓN

El orensano Jesús Silva González es el director del espectáculo "Apocalipsis" del "Circo de los Horrores", que estará en Gijón hasta el próximo día 26. Varios de sus espectáculos han estado de gira por Europa y América. E?n2003 obtuvo el Premio Nacional de Circo que otorga el Ministerio de Educación.

- Desahóguese, ¿a qué teme Suso Silva?

-Estamos ante un gran aviso del planeta de que vamos a llegar a una situación límite. Nuestros compañeros de viaje desaparecen, porque nos los cargamos; somos unos depredadores brutales. El ser humano es el último animal en llegar a la Tierra y el que más daño está causando. Estoy preocupado acerca de qué les va a quedar a mis hijos.

- Del terror al "Apocalipsis", ¿en qué consiste el nuevo espectáculo?

-Nos desmarcamos del terror convencional. Está viniendo gente más adulta. Antes teníamos gente entre 20 y 40 años y ahora de 60 y 70. En el momento que anuncias que hay cierto flamenco apocalíptico o un pasaje operístico y rock and roll te viene otro público. Es una propuesta mucho más impactante.

- ¿Por qué esa preocupación ecológica en el chico malo del "Circo de los Horrores"?

-Necesitaba mostrar lo que veía a mi alrededor. Nuestra situación social y política está abocada a muchas más bofetadas, con lo cual me daba un miedo terrible ver lo poco que nos queremos. Por eso monté esto.

- ¿Cree que una carpa de circo es el soporte adecuado para transmitir ese mensaje?

-No quiero ser conciencia ni comer la cabeza a nadie, pero me siento mejor haciendo esto. Tengo cantidad de gente diciéndome que se le han empañado los ojos viendo el espectáculo y eso significa que en algo hemos avanzado. Independientemente de lo ambiental, "Apocalipsis" no deja de ser un show que recupera el rock and roll de antes porque odio el reguetón.

- ¿El reguetón es el elemento contaminante de nuestro tiempo en lo musical?

-Absolutamente. Es la importación musical más terrible con la riqueza que tenemos. Vivimos un momento tan complicado que necesitaba sacar un montón de cosas que tenía dentro. Al final el show es tremendamente divertido, hay muchísima interacción, provocación, danzas brutales, motoristas acrobáticos que son unas bestias, los equilibristas son brutales, es decir, gente de las mejores escuelas de circo que han estado preparándolo dos años; un equipazo.

- Tres millones y medio de euros de inversión en el espectáculo, ¿no es demasiado?

-No queríamos escatimar medios. Tenemos unos seguidores maravillosos que no nos abandonan nunca y en la época de crisis más complicada siempre estuvieron ahí y sigo queriendo aportarles cosas nuevas. Habrá quien querrá más circo y otros más terror, pero voy a hacer siempre lo que me da la gana. Este es un "remember" de tiempos pasados con estética "Mad Max" que me maravilla.

- ¿Qué le inspira su origen circense a la hora de valorar los espectáculos actuales?

-Yo soy humorista por naturaleza. Nací como clown, mimo y todos mis shows están montados por un humorista. Entonces el clown va a estar siempre ahí, lo lleve a donde lo lleve, sea vampiro en "Nosferatu", el diablo del mismísimo infierno, un loco de un manicomio o un "punkarra" guitarra eléctrica en mano, pero el clown es el clown siempre.

- ¿Qué echa en falta?

-Hace falta reírse mucho más y exigiría a la clase política que se echase unas buenas risas, que buena falta les hace, en lugar de discutir y dar el espectáculo que están dando, con esas peleas tan terribles que parecen un grupo de verduleros.

- ¿Qué le pediría a la clase política?

-Volvería a empezar de cero. Cuando vas mal encaminado y a la sociedad lo único que le importa es el dinero y la situación social, cuando todo está tan mal repartido entre continentes, hay que comenzar de nuevo. Quedémonos con lo básico para subsistir, pero la clase política tiene que convertirse en otra cosa y los dirigentes deberían ser gente preparadísima.

- ¿La prioridad para el mundo de la cultura?

-Estamos en un momento muy complicado. En este y en el siguiente año vamos a definir qué va a pasar los próximo 20 o 30 años, entonces da un poco de vértigo comprobar que no sabemos hacia dónde vamos.

- ¿Usted dónde se ve en cinco años?

-Lo veo muy negro, como el mensaje final del espectáculo, cuyo texto es de un derrumbe total, con un hombre completamente hundido, pero hay un momento que se rebela y grita que el ser humano es maravilloso. Necesitamos fundirnos en un abrazo con la Tierra, nuestra madre.

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