La avilesina Ana López es la directora de la película documental "Los caballeros de la Orden de Santiago", para la que ha rodado una escena en Cuevallagar (Yernes y Tameza), donde recrea la batalla de Las Navas de Tolosa, ocurrida en Jaén en 1212. Una secuencia que forma parte del largometraje, en el que repasa los 800 años de historia de la Orden de Santiago.
- ¿De qué va la película?
-Hay varias líneas narrativas, pero la principal es la de un anciano en el Real Hospital de Santiago en Cuenca que se encuentra apático, olvidado y lleva un anillo peculiar. En una visita escolar, a la que acude la Princesa Leonor, se le cae la muleta y ella, por ayudarle, pierde al grupo y se queda hablando con él sobre la historia de su linaje, sobre los 800 años del anillo que lleva.
- ¿Qué importancia tiene la escena rodada en Cuevallagar en la película?
-Es un hito. La Orden de Santiago pide al Papa declarar esta batalla como cruzada y se les concede el beneplácito. Eso conlleva que tengan que acudir templarios, hospitaleros, calatravos, el rey de Navarra y su ejército y órdenes militares de toda España. Esta unión de fuerzas no había pasado en la anterior batalla, la de Alarcos, cuyos refuerzos no llegaron a tiempo. Las Navas de Tolosa fue un golpe del que no se recuperan los musulmanes por la unión que había en torno al objetivo de reconquistar España.
- ¿Hace falta más unión en la actualidad en España?
-Un poco yo creo que sí y no hace falta ni poner ejemplos. No hay nada tan potente como alinear la fuerza humana bajo la misma dirección, no hay fuerza individual que pueda conseguir lo mismo.
- ¿Por qué Cuevallagar?
-La escena requería una localización cuyos tiros de cámara pasaran por Despeñaperros. Nos da algo que necesitábamos de ambiente y de cambios de rasante porque aunque tengamos muchos actores no podemos llevar a 10.000 personas, todo un ejército, y se va a duplicar todo a través de la producción digital. También que Asturias es tan verde que tendremos que quemar un poco el color de los prados, pero en general nos da el aspecto que necesitábamos.
- ¿Qué tal la relación con la orden?
-Muy, muy bien. Es un proyecto que requiere de entusiasmo, empuje e ilusión y ellos están ahí, ayudando hasta el punto de que han aceptado salir en cámara, no es sencillo tener caras actuales del siglo XXI de caballeros de la orden, descendientes muchos de ellos de caballeros de los siglos XIV y XV. Tenemos una relación muy buena, son personas con altísimo nivel de educación y agradables pese a no conocer nada del mundo del cine.
- ¿Cuándo planea el estreno?
-Me gustaría que fuese en octubre, pero con la incógnita de la emergencia sanitaria es una fecha que está abierta en función de cómo se desarrolle todo. De momento, nos queda media película.
