La caída del pelo es uno de los acontecimientos más temidos por todos. El imparable avance de la edad no afecta igual a unas personas y a otras, y el cabello es un reflejo de ello. Los supermercados y a los anuncios publicitarios se llenan de anuncios que presentan productos que ayudan a frenar a la caída del cabello y que cuentan con un efecto reparador. El mensaje que emiten es claro: usarlo ayudará a recuperar esa fuerza en el cabello y frenar la caídad.

No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio para demostrar la fiabilidad de estos productos y se cumplen realmente su promesa (en este enlace te mostramos la alerta de la Organización de Consumidores que tienen que tener en cuenta las pacientes que utilicen este anticonceptivo permanente). “Hemos analizado 14 champús que se venden como reparadores o regeneradores… pero con ese nombre están prometiendo algo imposible: los champús limpian, cuidan o embellecen el cabello, pero el pelo es una fibra sin vida, que no tiene capacidad de regeneración y no puede ser reparado por ningún champú”, afirma la organización desde su portal digital.

“Es un hecho: distintos procesos de nuestra vida cotidiana pueden dañar el cabello: tintes, alisados, el uso de las planchas, lavados poco cuidadosos, cepillados agresivos, el secador… pero también el sol, la sal o el cloro en verano… pasan factura a nuestro pelo, que parece dañado, estropeado, sin brillo. Un buen champú puede, además de limpiarlo, ayudar a cuidarlo, pero nunca podrá "regenerarlo": desde OCU criticamos el uso de alegaciones como "repara", "reparador", "regenera" o "reconstruye". Este tipo de afirmaciones, que los champús analizados incluyen en su denominación, no deberían utilizarse, pues son imposibles de cumplir y pueden crear falsas expectativas en el usuario”.

La Organización de Consumidores y Usuarios ha analizado 14 champús “que se denominan a si mismos reparadores o regeneradores, en su mayoría productos de gran consumo, de venta en supermercados o perfumerías”. La OCU asegura que los productos analizados (en este enlace te hablamos de la sillita de bebé para el coche que la OCU pide que se deje de usar): "resultan inseguras" “han sido sometidos a estudios en laboratorio para determinar su eficacia de lavado, y también a exhaustivas pruebas prácticas tanto por parte de peluqueros profesionales como por usuarios comunes”. “Hemos comprobado que todos lavan muy bien el pelo, y cumplen dignamente su función de cuidar o acondicionar el cabello. Es decir, son capaces de combinar la doble función de eliminar la grasa suficiente para que quede limpio, y acondicionarlo para que quede suave, brillante y manejable. Estos champús son productos cosméticos complejos, que van mucho más allá de un simple jabón. Reúnen en su composición distintas sustancias químicas, entre ellas potenciales alérgenos, como el BMHCA (Butylphenyl methyl propional o Lilial), presente en 6 de los productos analizados o los perfumes que contienen todos ellos” (en este enlace puedes comprobar los champús que han sido analizados).