Adelgazar y perder peso se convierte para muchos en una obsesión. Pero hay que tener cuidado. Los nutricionistas aseguran que a la hora de cambiar de vida lo más importante no es perder peso: hay que mejorar la calidad de la alimentación renunciando a los ultraprocesados que hacen daño a tu organismo y pasándote al "real food". Pero la gran pregunta que muchos se hacen a la hora de adelgazar es la situación actual en la que se encuentran. "¿Cómo puedo calcular mi peso ideal?". Hoy vamos a intentar contestar con las claves que da en uno de sus libro Ramón Sánchez Ocaña.

Equiparar kilos y talla (con los centímetros que sobrepasen el metro de altura), en una persona adulta. Nos explicamos. "Es el método más fácil y conocido, pero también es el más imperfecto", señala el periodista . Vamos a explicarlo con un ejemplo para que sea más fácil de entender: una persona que mida 180 metros debería pesar 80 kilos. Pero esto no es del todo exacto: hay quién incluso corrige esta forma de medir el peso entre 2 y 5 kilos.

Talla en centímetros restando 150. La fórmula es la más sencilla de entre las más extendidas entre los profesionales. A la talla en centímetros le restas 150. El número resultante le multiplicas 0,75 y le sumas 50. Entonces te dará tu peso ideal. Un ejemplo. Varón de 33 años que mide 1,77: a su talla de 177 le restamos 150, el resultado lo multiplicamos por 0,75 y le sumamos 50. Su peso ideal sería 70,25 kilos. Se admite un variación del diez por ciento según "la constitución del individuo".

El índice de masa corporal. Es el dato más extendido entre la comunidad científica. Resulta de dividir el peso en kilos por el cuadrado de la talla. Un ejemplo. Un persona que pese 90 kilos y que mida 1,70 metros. Sacamos el cuadrado de la talla (1,70 por 1,70). Nos da 2,89. Dividimos 90 entre 2,89 y nos da nuestro índice de masa corporal. Pero ¿qué dato debemos obtener. El considerad opeso normal está entre 20 y 25,9. El sobrepeso, que es lo más preocupante, se sitúa entre 26 y 29,9.

El sobrepeso es una de las causas de enfermedades que más preocupa a los médicos, sobre todo a los pediatras ya que los más pequeños tienen que tener aún más cuidado con lo que comen. Pero no sólo eso. También es importante que los niños (y los adultos de paso) lleven una vida activa y sana.