Dolor de cabeza, cansancio, fiebre, náuseas o escalofríos son algunos de los síntomas frecuentes que pueden aparecer tras recibir la vacuna contra el coronavirus, según reconoce el propio Ministerio de Sanidad en un informe sobre la vacunación, en el que explica que mientras los antígenos de Pfizer y Moderna suelen provocar esta reacción en la segunda dosis, AstraZeneca lo hace en la primera. Esto, unido según indican expertos en Inmunología, a que la respuesta inmunitaria “aumenta” en las personas más jóvenes, hace que sean precisamente quienes han recibido la vacuna para menores de 55 años -profesores o sanitarios que no están en primera línea contra el virus- los que más han notado hasta el momento estos efectos. En cualquier caso, los expertos aseguran que es algo “normal”, una señal de que el organismo “está generando una respuesta inmunitaria al fármaco”, explica la catedrática de Inmunología y expresidenta de la Sociedad Española de Inmunología, África González.

¿Es normal que la vacuna contra el COVID produzca reacción? Sí, las tres vacunas que se administran hasta ahora -Pfizer; Moderna y AstraZeneca- recogen en su prospecto que síntomas como el cansancio, el dolor muscular o la fiebre son “muy frecuentes”, es decir, pueden aparecer en “más de uno de cada diez pacientes”. Además, a la hora de enumerar los posibles efectos adversos, el Ministerio de Sanidad indica que más de la mitad de los que reciben las vacunas pueden sentir fatiga o dolor de cabeza (con todas las marcas) mientras que hasta un 15% puede presentar fiebre (con AstraZeneca y baja al 10% en Moderna), un 23% nauseas (Moderna) o un 60% fatiga (Pfizer), entre otros síntomas leves. ”Esta reacción es indicativo de una buena respuesta inmunitaria a la vacuna, y es completamente normal”, indica África González.

¿Por qué hay más casos entre quienes reciben la de AstraZeneca? Son vacunas diferentes -la de AstraZeneca es un adenovirus y las de Pfizer y Moderna son de RNA con cubiertas de lípidos- y esto hace, según explica Sanidad, que mientras con la de AstraZeneca es más frecuente tener reacción ante la primera dosis, con las otras ocurre al contrario, es más habitual cuando se completa la inmunización. Además, como explican los expertos y también en el Ministerio, la posible reacción disminuye a medida que aumenta la edad. “El sistema inmunitario en personas mayores se deteriora, se denomina inmunosenescencia, y por eso tienen menor respuesta a las vacunas y por tanto, también menos efectos secundarios. El hecho de que la vacuna de AstraZeneca se administre a gente más joven, de 18 a 55 años, influye en que haya más gente con reacción a ella”, indica González, quien también tiene otra explicación para esto: “Podría darse el caso de personas que tuvieron una previa infección, incluso asintomáticos, y la respuesta que hacen a la vacuna es también más potente”.

¿Es positivo sufrir una reacción leve? ¿Y si no he sentido ningún síntoma? “La reacción indica que se está generando una respuesta inmunitaria frente a la vacuna y se liberan una serie de sustancias que se denominan citocinas que son las que producen fiebre, malestar o cansancio”, explica esta inmunóloga gallega, quien aclara que la diferencia de síntomas entre unas personas y otras se debe a que “hay quienes producen más citocinas que otras”. En su opinión, hasta el momento, las vacunas “se están aceptando bien” y en el caso de sufrir algún efecto “desaparecen a los pocos días”.

¿Los efectos adversos aparecen porque son vacunas dirigidas a adultos o también se dan en las infantiles? Los expertos reconocen que no se sabe cómo sería la reacción de los niños a estas vacunas frente al COVID porque no se ha probado en ellos y todavía ahora comienzan los ensayos en menores de 12 a 16 años. Pero aseguran que sí hay vacunas infantiles que causan efectos adversos (dolor en el lugar del pinchazo, cefalea, cansancio o fiebre) “pero la sensación que transmiten es diferente a la de los adultos, y muchas de ellas se les ponen cuando son muy pequeños”, indica González, quien reconoce además que la pequeña alarma que ha generado que tantas personas sufran reacción a la vacuna COVID tiene que ver “con que los adultos no suelen recibir vacunas entre los 18 y los 55 años y ya no se acuerdan”. En este sentido, recuerda que las que se exigen para viajar a algunos países, como la de la fiebre amarilla, también pueden causar cefalea o fiebre.

¿Cuáles son los efectos normales y cuándo habría que preocuparse o consultarlos? Sentirse cansado, tener dolor de cabeza o fiebre es totalmente normal y pasa a los pocos días. “Puede haber gente con una reacción exagerada que les postre en la cama, con cansancio y fiebre, pero no es lo habitual”, indica González. Los expertos aseguran que apenas hay reacciones graves y que se trata de alergias a algún componente del fármaco (“al polietilenglicol en el caso de las de Pfizer y Moderna y al polisorbato 80 en la de AstraZeneca”, sostiene esta especialista). Por ello se espera 15 minutos tras la dosis para comprobar que no hay ningún problema.

Sanidad aconseja tomar paracetamol antes de la inyección para reducir los efectos

Tras el inicio de la vacunación con las dosis de AstraZeneca, reservadas a menores de 55 años, el Ministerio de Sanidad reconoce -en su última actualización de la estrategia de inmunización frente al COVID- que se observan “reacciones locales y sistémicas leves frecuentes” cuando se administra este fármaco. Para prevenir los posibles efectos adversos que pueden aparecer en las siguientes 24 horas, desde el departamento de Carolina Darias, aseguran que se puede administrar un paracetamol de 1 gramo antes de recibir la vacuna y tomar otro cada seis horas para “reducir el dolor local, la febrícula, los escalofríos o la cefalea” que pueda causar este medicamento y todo ello “sin influir en la respuesta inmune”. Expertos en Inmunología como la gallega África González respaldan esta recomendación. “Me parece bien porque permite que estos posibles efectos se controlen desde el principio”, señala esta especialista.