Casi un año después de la muerte de Steve Jobs, Apple va bien. Más que bien. Parece que la llama que prendió su gurú no se apaga. La compañía ha batido este mes récords en su cotización en bolsa. Los máximos dirigentes, especialmente Tim Cook, han introducido algunos cambios que quizás el antiguo consejero delegado no habría visto con buenos ojos pero que han hecho que Apple explote su rentabilidad. Con todo, la presentación del iPhone 5, aún con éxito de demandas, no ha resuelto la incógnita de si la compañía sabrá mantenerse en la vanguardia innovadora que la caracterizó en la época de Steve Jobs.

Siempre he dicho que si alguna vez llegaba un día en el que ya no pudiera cumplir con mis obligaciones y expectativas como CEO (máximo ejecutivo) de Apple, yo sería el primero en comunicarlo. Desafortunadamente, ha llegado ese día (...) Por lo que respecta a mi sucesor, recomiendo encarecidamente que pongamos en práctica el plan de sucesión y nombremos a Tim Cook CEO de Apple (...) Creo que los días más brillantes e innovadores de Apple aún están por llegar (...)".

Con estas palabras, Steve Jobs anunciaba a los empleados de la compañía de tecnología más innovadora y valiosa del mundo su dimisión como consejero delegado. Era el 24 de agosto del 2011. Con efecto inmediato, el consejo de administración nombró a Tim Cook nuevo director ejecutivo. Sólo seis semanas después, el 5 de octubre, Cook informaba a través de un correo electrónico de la muerte del cofundador de una empresa que "sólo él podía haber construido".

Tras la desaparición de Jobs, algunos analistas e inversores auguraron la caída en los mercados de Apple, que por entonces se alternaba con la petrolera Exxon Mobile en el primer puesto del ranking de las compañías con mayor capital en bolsa. Ya ocurrió en el pasado. Durante los 12 años que transcurrieron entre 1985, cuando Jobs abandonó la empresa por diferencias con el entonces consejero delegado, John Sculley, y su regreso, en 1997, Apple experimentó un fuerte declive. Sus acciones descendieron hasta alcanzar un valor inferior a los cuatro dólares. Mientras tanto, Steve Jobs creó la productora de cine de animación Pixar (Toy Story, Cars...) y la compañía informática NeXT, que fue adquirida por Apple como prolegómeno al retorno del padre pródigo.

La semana que falleció, 14 años después de su regreso a la compañía, los títulos de la marca de la manzana cotizaban a unos 375 dólares. Bajo la tutela del más genial emprendedor del siglo XXI, nombrado "empresario de la década" por la revista Fortune en el 2009, Apple creó el iPod, el iPhone y el iPad, productos que han contribuido decisivamente en la transformación de las industrias de la informática, la música y la telefonía móvil en los últimos tres lustros. Jobs dejó en herencia una empresa consolidada a todos los niveles, tanto en estrategia como en implantación de productos y servicios, con un prestigio de marca y una fortaleza financiera sin parangón en ningún sector industrial.

LOS HOMBRES CLAVE DE LA NUEVA APPLE

Sobre la base de este extraordinario legado, Tim Cook ha impulsado en este último año una moderada transformación en el funcionamiento de la empresa. El resultado, desde cualquier medida cuantitativa, sólo se puede calificar como un éxito rotundo. Sin embargo, en esta tarea Cook no ha estado solo. Estos son actualmente los hombres clave de la compañía:

TIM COOK. Director ejecutivo de Apple (51 años). El sucesor de Steve Jobs al frente de la compañía tecnológica más reconocida del mundo fue el chief operating offi cer o director de operaciones y mano derecha del gurú durante 13 años. Aunque su personalidad (sobrio, educado, amigable, metódico, firme defensor del trabajo en equipo) tiene poco que ver con la de su carismático antecesor, comparte la visión que tenía Jobs de la empresa. Aun así, ha introducido cambios relevantes en la gestión empresarial, encaminados a construir una estructura y una cultura de empresa más convencionales y menos personalistas. Encargado durante muchos años de supervisar la calidad de los productos manufacturados en China, en marzo viajó a las fábricas asiáticas de Apple (algo que Jobs no hizo nunca) para sofocar la polémica por las malas condiciones de los trabajadores. Ha manejado con una combinación de fi rmeza y sensatez la crucial batalla judicial contra Samsung, heredada de un Jobs que prometió "gastar hasta el último centavo de Apple para destruir Android". No ha hecho falta.

JOHN BROWETT. Director de ventas (49 años). El último en llegar al comité ejecutivo de Apple. Es el máximo responsable de la división de ventas al por menor. Se incorporó a la empresa en enero del 2012 para sustituir a Ron Johnson, el creador del concepto de la Apple Store. Su principal cometido hasta ahora ha consistido en ejecutar la estrategia de expansión de las tiendas Apple sobre la base del modelo tradicional de la firma: grandes espacios arquitectónicamente únicos y ubicados en localizaciones exclusivas. Su gestión durante este año no ha estado exenta de polémica. El principal enfoque de las tiendas de Apple para Steve Jobs y Ron Johnson fue la atención al usuario, lograr la mejor experiencia para el cliente. Con la llegada de Browett, la prioridad es aumentar los benefi cios de las tiendas, lo que ha motivado algunos perjuicios en las condiciones laborales de los empleados.

JONATHAN IVE. Vicepresidente de diseño industrial (45 años). Responsable del diseño de los productos más significativos de la empresa (iMac, MacBook Pro, iPod, iPhone o iPad, entre otros). De nacionalidad británica -en enero le fue concedido el título de sir-, como Browett, se unió a la compañía en 1992. No fue hasta el retorno de Steve Jobs, en 1997, cuando accedió, con apenas 30 años, al cargo que ocupa, donde está a la cabeza de un equipo de unas 40 personas. Es unánimamente considerado un artesano de la producción en serie y "el otro genio" de Apple (junto con Steve Jobs). Quienes le conocen dicen de él que es una persona sencilla, un rasgo que ha trasladado con indiscutible éxito al diseño de los productos de Apple. Sus creaciones comparten una serie de características reconocibles para cualquier aficionado a la tecnología: productos elegantes, compactos, con esquinas redondeadas, pocos botones, superficies de aluminio cepillado y mucho vidrio pulido.

PETER OPPENHEIMER. Vicepresidente financiero (49 años). El hombre de los números y, en consecuencia, un peso pesado en el comité ejecutivo. Supervisa la gestión económica y fi nanciera de la empresa. Con Jobs al mando, su influencia se estimaba menor de lo que cabe suponer por el puesto que ocupa, ya que en la fi losofía que se transmitía desde Apple, lo financiero pasaba a un segundo término en favor de la innovación, el diseño y la experiencia del usuario. La gestión más pragmática de Cook le convierte en un hombre clave. Se le considera el ideólogo del nuevo enfoque de la división Apple Retail, dirigido a obtener más beneficios de las tiendas. Cada trimestre informa sobre las ventas, los ingresos y las ganancias de la compañía y ofrece sus previsiones sobre el próximo periodo, que en julio resultaron fallidas por la desaceleración de las ventas del iPhone. Aun así, Apple se ha convertido este año en la empresa con mayor valor en bolsa de la historia.

SCOTT FORSTALL. Vicepresidente de desarrollo del sistema operativo iOS (43 años). El integrante más joven del comité ejecutivo y el que muchos analistas señalan como el próximo CEO de Apple a corto o medio plazo. Está a cargo del equipo de ingenieros de la división de software para dispositivos móviles. Se trata, sin duda, del departamento más importante de la compañía, puesto que incluye el desarrollo del sistema operativo iOS, clave del éxito del iPhone y el iPad y fuente de cerca del 75% de las ganancias de la empresa en los dos últimos trimestres. De él depende directamente el trabajo de unas 1.000 personas, más otro millar que trabajan junto a estas en el desarrollo de iOS. En mayo de este año se especuló con su salida de la compañía después de que pusiera a la venta el 95% de sus acciones, con lo que se embolsó más de 30 millones de euros. Pronto se supo que tiene pendiente hasta el 2016 varias asignaciones de acciones (un total de 250.000, muchas más de las que ha vendido), que sólo le serán conferidas si permanece en la empresa.

PHIL SCHILLER. Vicepresidente de marketing (52 años). Uno de los rostros más habituales en las presentaciones de Apple y uno de los más íntimos colaboradores de Steve Jobs. Suma más de 20 años en Apple, donde ha ocupado diversos cargos en la división de marketing. Es una pieza clave en todo el proceso de creación de nuevos productos, no sólo por ser el referente a la hora de definir el

posicionamiento de los productos, los mercados de destino y fijar los precios, sino también por su participación en el desarrollo, incluyendo la determinación de las especificaciones técnicas. Se le atribuye la idea de la rueda táctil del iPod y fue el máximo defensor del potencial del iPad ante las dudas de algunos

directivos. También supervisa las relaciones con los desarrolladores de aplicaciones para iOS, un campo clave para el futuro de la compañía