Nadie discute que el Whatsapp es una herramienta de comunicación imprescindible que ha ido evolucionando a lo largo de los últimos años de forma notable y que ha incorporado mejoras fundamentales que hacen que cada vez nos apetezca usarla más si cabe. ¿Una de las últimas mejoras? La de que un usuario tenga siete minutos para borrar un mensaje y la de que un administrador de un grupo pueda silenciar a participantes en el mismo. Y es que muchas veces confundirte de grupo de Whatsapp puede hacer que sudes la gota gorda. ¿Quién no ha estado alguna vez metido en grupos como los que a continuación te mostramos?

El de la despedida de soltero

Uno de vuestros amigos se casa y os meten en un grupo de Whatsapp. Queráis o no tenéis que aguantar ahí dentro al menos hasta que se decida la fecha en la que se va a hacer la despedida. Estos grupos pueden ser de muchas maneras pero nuestro consejo es que cuanto menos gente participe, mejor. Habrá más confianza para hablar de lo que al novio realmente le gustaría.

El de la familia

Sí, ese en el que mamá se tira tres horas “escribiendo”. ¿Quién no ha tenido alguna vez un grupo de Whatsapp con sus familiares? El problema es cuando la madre o la tía empiezan a meter a primos de los que ya ni te acuerdas. Pero espera, que aún puede ser peor: puede que aprovechando el grupo quieran organizar una quedada.

El de los compañeros de trabajo

Siempre tienes un grupo con los compañeros de trabajo con lo que te llevas bien. Ese es el grupo que se utiliza para quedar los viernes después de la oficina para tomar algo o para comentar las jugadas que pasan a vuestro alrededor. Pero ojo, este no hay que confundirlo con el grupo “oficial” del trabajo.

El grupo “oficial” del trabajo

En este es en el que menos escriben los empleados. Todos saben que el jefe está mirando y que hay que medir las palabras. Pero no te creas que este es un fenómeno nuevo. Ahora vives tan pendiente de esta aplicación como vivías antes actualizando el correo electrónico. Entre cadena y cadena de mensajes siempre se colaba un encargo del jefe que se enviaba a todo un grupo de correos.

El de los compañeros del colegio

Diez o 15 o 20 años después de que acabara el bachiller el encuentro casual de dos compañeros de clase en la calle permitió que se creara un grupo de Whatsapp del que ahora no sabes cómo salir. En realidad este grupo es como las cenas que organizaban cada década: todo el mundo quiere quedar bien y superar a los demás. Pero al final el más listo es aquel al que nadie ha conseguido localizar.