Había ganas por ambos lados. Los clientes, ateridos de frío en no pocas ocasiones en las terrazas, querían volver disfrutar de una cena en compañía de amigos y familiares. Y los hosteleros necesitaban como agua de mayo (nunca mejor dicho) recuperar parte de una actividad que hace ya más de un año que no ha vuelto a ser la misma por culpa de la pandemia. Los restaurantes y bares asturianos han podido hoy, por primera vez desde octubre, volver a servir cenas en el interior de sus locales. Y lo han agradecido como lo que es: una antesala a la derogación el próximo domingo del Estado de Alarma que restringe la movilidad de los ciudadanos y, en consecuencia, la actividad comercial.