En una peluquería de Trevías (Valdés) esta tarde se ha vivido un encuentro de una emoción desbordante y lleno de agradecimiento. El del dueño del negocio, Eugenio Feito, de 67 años, con el piloto tapiego Bruno Méndez. No se conocían, pero Feito le debe la vida a Bruno. Se la salvó hace unos días, cuando Bruno Méndez auxilió, con maniobras de reanimación, a un Feito en situación muy apurada y comprometida. El joven deportista encontró desmayado en el entorno del río Barayo a Feito y su decisión le libró de un fatal desenlace, de ahí que casi no tenga palabras para agradecer la rápida y eficaz actuación del ángel de la guarda que la casualidad puso ese día en su camino. "Si estoy solo allí, estoy muerto. Tuve suerte. Probablemente la vida me la salvaron entre Bruno, mi mujer y toda la gente que ayudó ", dice el enfermo.